Món Esport
El Mundial de Clubes cobra su primera víctima

El Mundial de Clubes vivió ayer uno de sus momentos más duros en los cuartos de final, con una imagen que congeló el estadio de Atlanta. Jamal Musiala, jugador del Bayern de Múnich y una de las promesas del fútbol mundial con solo 22 años, sufrió una fractura de peroné y daños graves en los ligamentos del tobillo izquierdo tras un impacto fortuito pero muy duro con el portero del PSG, Gianluigi Donnarumma. La gravedad se hizo evidente de inmediato, con gritos de dolor, el partido detenido y caras de angustia en la grada mientras el jugador recibía atención médica en el césped y era finalmente trasladado en camilla al hospital. Los médicos confirmaron una baja estimada de entre cuatro y cinco meses, un golpe muy duro para el Bayern, que ve cómo uno de sus jugadores más decisivos se perderá buena parte de la temporada 2025-26.

El duelo terminó con victoria del PSG por 2-0 gracias a los goles de Désiré Doué en el minuto 77 y de Ousmane Dembélé en el tiempo añadido, certificando así su paso a semifinales en un partido marcado por la tensión y la dureza de las entradas. El Bayern, a pesar de tener superioridad numérica durante buena parte de la segunda mitad por la expulsión de Lucas Hernández, no supo imponer su juego ni reaccionar tras la lesión de su compañero. El Mundial de Clubes, con su nuevo formato y la ambición de la FIFA de convertirlo en un gran escaparate global, queda así salpicado por un episodio trágico que recuerda los riesgos de la exigencia física extrema y el debate sobre la saturación del calendario futbolístico, tal como ya advirtió Jurgen Klopp.

Tensión entre Donnarumma y Neuer y sombras sobre el formato del Mundial de Clubes

Más allá del golpe deportivo y anímico, el partido terminó encendiendo ánimos en el vestuario bávaro. El capitán Manuel Neuer criticó públicamente a Donnarumma por su acción, calificándola de “temeraria” y asegurando que el portero italiano “aceptaba el riesgo de hacer daño” con aquella salida. Neuer también le reprochó la reacción fría tras la jugada, lamentando que no se acercara inmediatamente a disculparse y desearle lo mejor, un gesto que, según él, habría mostrado respeto por el rival lesionado. La dirección deportiva del Bayern secundó estas críticas, acusando a Donnarumma de falta de consideración, en un final de partido que deja abierta no solo la batalla deportiva, sino también una reflexión sobre los límites de la agresividad y, sobre todo, el formato de este nuevo Mundial de Clubes que añade más partidos y desgaste a un calendario ya completamente saturado.



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