El Mundial de Qatar todavía se encuentra en la primera jornada de la fase de grupos y las reivindicaciones sociales han estado presentes en muchas ocasiones. El caso más destacado lo ha protagonizado el capitán de la selección alemana, el portero Manuel Neuer, que quiso desafiar la normativa de la FIFA y lucir el brazalete
Gianni Infantino, presidente de la FIFA, mentiroso, cómplice y responsable
En medio de toda esta situación, hay que señalar al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, el máximo responsable de todas estas decisiones que se han tomado que atentan directamente contra los derechos del colectivo LGTBIQ+. Justo antes de empezar el Mundial, protagonizó unas declaraciones que ya fueron vergonzosas en aquel momento, pero que ahora ya se ha demostrado que fueron una mentira. Infantino se atrevió a decir que se sentía «gay», a pesar de no serlo, del mismo modo que aseguró que «la seguridad de las personas homosexuales estaba garantizada».
Con el inicio del Mundial ya ha quedado claro que la homosexualidad no se ha podido expresar de manera libre en Qatar. Más allá del caso de Neuer y el brazalete, que ha sido lo más mediático, hay otros ejemplos muy flagrantes. Por ejemplo, un periodista estadounidense ha explicado en las últimas horas que se le prohibió la entrada a un estadio de la Copa del Mundo por llevar una camiseta con el arco iris. Le obligaron a quitarse esta prenda de ropa y le dijeron que si no se la cambiaba por otra, no podría entrar en el campo para hacer su trabajo. Con todo, queda probado que Infantino ha mentido claramente y su complicidad con el régimen de Qatar está más que demostrada. La FIFA ha puesto por delante su relación con el emirato a los derechos humanos y probablemente habrá nuevos ejemplos en los próximos días.