La Copa del Mundo es un torneo que para el mundo cada cuatro años, y durante un mes. Lo hace porque es la fiesta del fútbol, el deporte más popular del planeta, y porque siempre deja momentos e imágenes para la posteridad. Este miércoles, la selección de Francia, vigente campeona, ha acabado con el sueño del Marruecos y ha cerrado una final de sueño. Una final que promete mucho. Una gran fiesta del fútbol. El próximo domingo lucharán para levantar la copa los franceses y los argentinos.
Para cerrar esta final, la selección de Didier Deschamps se ha impuesto al equipo revelación del torneo y el mejor de la historia de la África.
Cualquier viajero del tiempo que venga del pasado podría haber esperado una lluvia de goles de los franceses. Pero este Marruecos es un equipo implacable. No ha dudado ni un minuto. Ha continuado con su famoso plan,
A partir del gol, es cierto que la diferencia se podría haber amplificado. Antoine Griezmann, el director de orquesta de este gran combinado, ha estado muy acertado y ha generado mucho juego. Esto lo ha aprovechado Olivier Giroud, que ha estrellado una pelota al palo. También ha tenido una buena ocasión en un rebote repelido por Bounou a Mbappé. Mientras tanto, ninguna noticia de Ousmane Dembélé. En Cataluña esto ya lo esperábamos.
En la otra banda, Marruecos ha estado a punto de convertir uno de los goles del campeonato. Lo-Yamiq ha culminado una jugada con un chut estratosférico de chilena, que Hugo Lloris ha salvado. Este portero está muy infravalorado. Y con esto, ha llegado el descanso. Francia mandaba al marcador, pero quedaba mucho por dir.
Marruecos toma la iniciativa en el segundo tiempo y cierra Francia en su campo
Y así ha estado en la reanudación. Después de haber llegado a esta instancia con un fútbol defensivo elemental, que no había permitido ningún rival dominarlos en ningún momento en el marcador y que solo había provocado un gol en contra, los de Walid Regragui, francés de nacimiento, han salido al ataque. Y si no fuera por la defensa gala, podrían haber cantado un par de goles. Marruecos ha cerrado Francia en su propia área, pero Ibrahima Konaté y compañía han sacado todas las aguas.
han tenido que sacar muchas. La segunda mitad ha estado claramente para el Marruecos. Han tenido mil y una llegadas, muy peligrosas. Pero no han estado capaces de apuntalar esto con el gol del empate. Hamdallah o Ziyech han tenido buenas opciones, pero no han estado efectivos. La diferencia de la calidad de ambos equipos ha quedado patente cuando, en un contraataque, los franceses han dejado la eliminatoria sentenciada.
Ha iniciado Aurelien Tchouameni, ha conduit Mbappé, ha vuelto Thuram, y el delantero del PSG ha hecho un doble regado increíble. Ha chutado, la pelota ha quedado muerta después de un rebote, y Kolo Muani, acabado de entrar al partido, ha marcado el definitivo gol. 2-0, y a pensar en como parar la brillante Argentina de Leo Messi.