El Barça tenía un partido crucial contra el Inter de Milán para poderse clasificar para los octavos de final de la UEFA Champions League, pero ha fallado de mala manera. Los azulgranas han mostrado su peor versión de este inicio de temporada, no han podido imponer su juego en casi ningún momento y un único gol de los italianos al final del primer tiempo ha sido suficiente para decantar el marcador a favor de los milaneses (1-0).
Ahora bien, hay que destacar que al final del duelo ha habido una acción que parecían unas manos claras del Inter en el interior del área y el árbitro no ha señalado penalti, no se entiende muy bien por qué motivo. La pena máxima podría haber significado el empate a favor de los azulgranas y es por eso que muchos culés, entre ellos el entrenador, Xavi Hernández, se ponen las manos en la cabeza después de esta decisión incomprensible.
La crónica del Inter de Milán-Barça
El partido ha sido un descontrol desde el primer minuto. El Barça, que ha tenido el dominio de la posesión, no ha sabido dominar el juego. De hecho, durante toda la primera mitad no ha habido casi ninguna ocasión de gol. Ousmane Dembélé ha tenido mucho protagonismo por la banda derecha, pero ha estado del todo desacertado. Todos sus centros acababan impactando contra el cuerpo de jugadores del Inter. La acción más destacada de los primeros minutos han sido unas manos de Eric Garcia en el interior del área que no han acabado en penalti porque ha habido uno fuera de juego previo del conjunto italiano.
La sensación era que se llegaría al descanso con el mismo resultado que había empezado el partido, pero Hakan Çalhanoglu tenía otros planes. El centrocampista turco ha cazado un balón muerta en la frontal del área en el tiempo añadido y se ha inventado un disparo potente ajustado al palo que ha sido imposible de parar por Marc-André Ter Stegen. De este modo, el Inter se ha avanzado en el marcador. Çalhanoglu ya lo había intentado con otro chut lejano al inicio del duelo. En aquella ocasión, el portero alemán lo había podido enviar a córner sin muchos problemas, pero este otro remate ha sido indetenible.

Una segunda parte marcada por la polémica arbitral
En la segunda mitad, la dinámica ha sido muy similar. Mucha posesión del Barça para nada. Dembélé ha continuado del todo desacertado por la banda, a pesar de que ha mandado un balón al palo, del mismo modo que Raphinha no ha creado ningún desequilibrio. Pedri González ha sido el único faro del Barça durante todo el duelo. Es más, el centrocampista canario incluso ha marcado un gol en el minuto sesenta y seis, pero ha acabado anulado por unas manos previas de Ansu Fati que había entrado hacía poco rato. Esta acción también ha sido muy polémica, puesto que la nueva normativa arbitral considera que si un jugador toca el balón con las manos de forma involuntaria en el interior del área y no es el mismo quien acaba marcando el gol, el tanto tiene que subir al marcador.
Sí que es cierto que el Barça ha rondado con mucha insistencia la portería del Inter en los minutos finales, pero tampoco ha tenido ninguna ocasión clara. Ahora bien, en este momento también ha llegado la acción más polémica del duelo. En un centro lateral, Denzel Dumfries ha rechazado una pelota con las manos, cosa que parecía un penalti clarísimo a favor de los azulgranas. El VAR lo ha revisado, pero no se ha señalado la pena máxima. El motivo por el que se ha tomado la decisión de no pitarlo es una gran incógnita y llevará mucha cola, puesto que puede condenar al Barça a la Europa League en caso de que los azulgranas no sean capaces de ganar las tres finales que les quedan contra Inter, Bayern de Múnich y Viktoria Pilsen, en este orden.





