Leo Messi ya ha tomado una decisión. El astro argentino no volverá al Barça y jugará en el Inter de Miami la próxima temporada. La impaciencia de la familia del jugador y las dificultades del club azulgrana para cuadrar números, a pesar de tener el plan de viabilidad aprobado por LaLiga, han precipitado esta decisión. Messi tenía tres ofertas encima de la mesa: Barcelona, Miami y Arabia Saudí. La multimillonaria oferta procedente de Oriente Medio estaba entre los 400 y los 600 millones de euros por temporada, mientras que la oferta de los Estados Unidos va más allá del fútbol, con empresas como Adidas o Apple entre las interesadas en el fichaje de Messi por el conjunto americano.
A pesar de que el mercado de fichajes de este verano todavía no se ha abierto, la familia del jugador no ha querido esperar más a decidir su futuro. En estos momentos, el club azulgrana no puede garantizar económicamente la incorporación del argentino, ya que tiene que esperar movimientos en la plantilla en forma de salidas de jugadores que no cuenten para Xavi Hernández. El técnico egarense ha ido diciendo por activa y por pasiva que la primera opción del staff técnico era la vuelta de Messi en Barcelona, pero no se ha podido dar a cabo.

La MLS, una liga en crecimiento
El futbolista argentino ha decidido continuar su carrera en la franquicia americana, después de descartar la multimillonaria oferta de Arabia Saudí y comunicarle al Barça que no vuelve. A pesar de los intentos mutuos tanto del club como del jugador para llegar a un acuerdo, como se demostró en la reunión Joan Laporta-Jorge Messi, la anhelada vuelta del mejor jugador de la historia del fútbol no se producirá. Por lo tanto, Messi jugará sus últimos años en los Estados Unidos, país que acogerá la próxima Copa del Mundo, donde la Argentina de Leo defenderá la corona.
Después de dos años complicados en el PSG, donde incluso ha recibido silbidos por parte de la afición parisiense, Messi ha decidido retirarse de la élite profesional de Europa y empezar a preparar su futuro fuera de los terrenos de juego. El Inter de Miami, con David Beckham al frente como propietario, solo tiene cinco años de vida y actualmente ocupa la última posición en la conferencia este de la MLS, la liga de fútbol de los Estados Unidos, una competición en crecimiento, pero que todavía no está al nivel de las grandes competiciones europeas.