El Fútbol Club Barcelona continúa viviendo una situación económica muy delicada y esto afecta a los posibles fichajes que la entidad podría hacer en el próximo mercado de este verano. A pesar de que el juego del equipo esta temporada está dejando mucho que desear y algunas incorporaciones serían necesarias para mejorar el nivel de la plantilla, Joan Laporta, presidente azulgrana, ha dejado claro que no ve necesario incorporar a un jugador mediático, pero ha asegurado que «habrá algún retoque«, siempre mencionando que serán «futbolistas de equipo«. Así, ha descartado completamente un fichaje potente.
Precisamente, preguntado por una posible incorporación de Erling Haaland, el máximo dirigente culé ha echado pelotas fuera: «Estáis confundiendo el jugador mediático con que encaje bien en el equipo, y priorizando al equipo habrá una o dos incorporaciones de este tipo. Jugadores de la talla de Lamine, Lewandowski, João Félix, Ferran y Raphinha van muy fuertes y siempre aportan al equipo. Y después el Tigrinho, en un proceso de adaptación, como todos los brasileños que vienen a Europa. Es encantador, tiene el don del gol, se desmarca bien y ayuda a Lewandowski. No veo necesario hacer una inversión que pueda distorsionar aquello que estamos construyendo, que es un equipo equilibrado. El año que viene volveremos a tener a Gavi, que da energía. Pedri y Frenkie son jugadores de primer nivel mundial como todos los que tenemos«.

La situación en la delantera, sin novedades
Así, Laporta ha descartado el fichaje de un delantero con la situación actual que tiene el equipo económicamente y en materia de jugadores al frente. Aun así, no es descartable que si finalmente acabara llegando una buena oferta por algún delantero, se estudiara su marcha y las opciones disponibles en el mercado para llenar el agujero que dejara. Por lo tanto, el presidente azulgrana se ha mostrado contundente y ha confesado que se volverá a vivir un verano como el anterior, donde solo se incorporaron futbolistas a coste cero, con cesiones y solo dependiendo de las necesidades del equipo. Precisamente, el año pasado el Barça necesitaba un pivote y pagó tres millones de euros al Girona por Oriol Romeu; el único gasto del último mercado.