El Fútbol Club Barcelona, ahora que ya sabe que no podrá incorporar al delantero argentino Leo Messi, tiene que encarar el mercado de fichajes de manera diferente. Sin el talento y, no hay que negarlo, la nostalgia que habría aportado el de Rosario, la entidad azulgrana tiene que reforzarse de forma estrategia para fortalecer aquellas posiciones que van cojas. En la previsión económica del plan de viabilidad que LaLiga ya ha aprobado, el Barça puede acabar teniendo margen para hacer varios movimientos, siempre que, eso sí, antes se desprenda de algunos futbolistas o rebaje algunos salarios. Así pues, el mercado culé se cocerá a fuego lento, se tendrá que dejar salir antes de poder entrar y no se resolverá con la rapidez que se esperaba cuando Messi era el gran objetivo.
Joshua Kimmich, objetivo del Barça en el mercado de fichajes
Más allá del argentino, pues, uno de los jugadores que sigue el Barça desde hace tiempo es el centrocampista alemán Joshua Kimmich, de veintiocho años. Se trata de un fichaje complicado, porque todavía tiene dos años de contrato con el Bayern de Múnich y es un gran futbolista, cosa que hace que esté valorado en ochenta millones de euros. Así pues, sea como fuere, el club azulgrana tendrá que negociar con los bávaros para poderlo incorporar. Juega en la posición de Sergio Busquets, aprendió muchísimo bajo las órdenes de Pep Guardiola y la sensación es que encajaría a las mil maravillas en el Barça para sustituir al de Badia del Vallès.

Como ya se ha destacado previamente, el gran problema es la negociación con el Bayern de Múnich, que podría ser complicada. Sin embargo, en las últimas horas ha habido una noticia muy esperanzadora en este sentido. El club bávaro ha fichado a Konrad Laimer, procedente del RB Leipzig y de veintiséis años, que juega en la misma posición que Kimmich. Esto significa que el Bayern se podría estar planteando soltar a este futbolista, cosa que facilitaría muchísimo las negociaciones del Barça. Es un caso similar a la temporada pasada, cuando los bávaros ficharon a Sadio Mané para ocupar el lugar de Robert Lewandowski, que acabó vistiéndose de azulgrana.