Xavi Hernández ha anunciado este sábado, después de una nueva derrota del Barça, que dejará de ser el entrenador del primer equipo masculino del Fútbol Club Barcelona cuando acabe esta temporada. La historia del adiós de Xavi es la crónica de una muerte anunciada. Una muerte anunciada desde hace ya unas cuántas semanas. Por varios motivos, se hacía muy difícil ver al técnico egarense al frente del Barça el próximo curso y, finalmente, se ha confirmado lo que casi todo el mundo sospechaba, si bien con más antelación de la prevista y en un momento relativamente repentino.

Xavi se irá porque no cumplirá con los objetivos
Ahora bien, por todo lo que había dicho Xavi hasta ahora, era lógico pensar que esta sería su última temporada. Hace pocos días lo dejó muy claro. Aseguró que dejaría el banquillo del Barça en caso de que no se ganaran títulos y, según se ha ido viendo, es casi imposible que el conjunto azulgrana levante ningún trofeo este curso. En la Copa y en la Supercopa, el Barça ha quedado eliminado recientemente. En la Liga, después de la derrota de este sábado contra el Villarreal por 3 a 5, el equipo culé ya está a diez puntos del líder, el Real Madrid, y en la Champions la exigencia es tan elevada que es muy difícil acabarse convirtiendo en campeón.

Xavi dejó muy claro que hasta el momento había cumplido siempre con los objetivos que le habían propuesto desde la directiva. El primer año, el de Terrassa cogió un equipo hundido, lejos de la zona Champions de la clasificación, y el reto era acabar entre los cuatro primeros. Consiguió finalizar la temporada segundo. El curso pasado, el objetivo era ganar la Liga y Xavi lo consiguió, con una Supercopa de regalo. Este año, la directiva le había pedido superar la fase de grupos de la Champions, cosa que se ha hecho, pero también ganar un título importante, que es ya casi imposible. Por lo tanto, Xavi ha estado consecuente con sus palabras y, al estar en un punto donde es tan difícil cumplir con los objetivos, ha decidido dar un paso al lado.
El entrenador egarense no ha conseguido que el Barça juegue como él quiere
Por otro lado, desde que llegó al Barça, Xavi aseguró que en este club no se vale empatar o perder y que no pase nada. Las derrotas tienen que tener consecuencias y su adiós es esto, una consecuencia. Pero, además, el juego desplegado por el conjunto azulgrana esta temporada está siendo muy pobre. Xavi, el mismo día de su presentación, aseguró que el «cómo» era tanto o más importante que el «qué». Este año, no hay ni

El adiós de Xavi, coherente con su discurso
Xavi Hernández, por ante todo, es culé. Él mismo se ha descrito como «hombre de club» en la rueda de prensa donde ha anunciado su adiós para el 30 de junio. Es por eso que no hará daño al Barça. Se irá sin pedir dinero, como hizo Ronald Koeman, y marchará sin que se lo tengan que pedir. Él siempre ha dicho que no será un estorbo para el club y lo ha cumplido. Y por todo esto, esta decisión de Xavi no es nada más que la crónica de una muerte anunciada. Una muerte que él mismo había ido anunciando despacio y que, leyendo entre líneas, se podía deducir que llegaría tarde o temprano. Es coherente con su discurso y ahora ha llegado la hora de decidir que pliega. En los meses que le quedan en el banquillo, Xavi y la afición tienen que curar la herida que se ha abierto para que pueda continuar siendo la leyenda que merece ser.


