Xavi Hernández ha sido uno de los nominados a los premios The Best 2023 al mejor entrenador del año, junto con Pep Guardiola (Manchester City), Simone Inzaghi (Inter), Luciano Spalletti (Nápoles y selección italiana) y Ange Postecoglou (Celtic y Tottenham). Preguntado en la rueda de prensa previa al Barça-Betis, el entrenador azulgrana ha querido bromear y ha enviado un mensaje a sus críticos:
«Con las castañas que me habéis dado y estoy en el The Best. Me parece una broma. No entiendo nada. Es trabajo del equipo, pero no le doy demasiada importancia ni le daba cuando era jugador. Se trata de priorizar los éxitos colectivos. Hay un staff detrás, un presidente, una junta directiva y los principales protagonistas son los jugadores. No le doy importancia, pero me entra la risa a veces«.
La crítica a Xavi por la falta de resultados y las comparaciones con el Manchester City de Pep Guardiola
Así, Xavi se ha tomado con humor el cambio de la opinión pública y los medios sobre su rendimiento, muy criticado por la falta de resultados del Barça, especialmente en Europa, y la falta de juego del conjunto azulgrana. Precisamente, el técnico egarense ha sido preguntado por la necesidad de ganar, como reiteró Deco en su presentación como nuevo director del área de fútbol, en pleno debate sobre si tiene que ser más importante ganar que jugar bien, comparado con el Manchester City de Pep Guardiola:
«No me juzgaréis por el trabajo. No tiene nada que ver el City y otros clubes con el Barça. El nivel de exigencia, de estrés, de necesidad de ganar. Esto es diferente, es un transatlántico. Me exigiréis ganar, y esto es consecuencia de un estilo. Ha habido partidos muy buenos, otros no tan buenos. Algunos que hemos jugado bien, pero no ha salido el resultado, como en Múnich, por ejemplo«.

El entrenador azulgrana ha indicado que el fútbol «va de ganar«, y que a partir de la victoria se juega bien. Aun así, ha admitido que «aquí no se tiene tanta paciencia«. Por eso, Xavi no ha querido compararse con otros equipos de Europa, conociendo la exigencia y el estrés que supone ser entrenador del Barça por encima de cualquier banquillo de Europa. Porque además de los resultados, a Xavi Hernández también se le exige juego.