El Fútbol Club Barcelona trasladará al Comité de Apelación de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) la decisión del Comité de Competición de mantenerle la segunda tarjeta amarilla al delantero brasileño Vitor Roque. Hay que recordar que en el partido de Liga del pasado fin de semana contra el Alavés, el jugador fue expulsado con una segunda amonestación muy polémica por una entrada que el árbitro Martínez Munuera sancionó y que el Barça considera que no fue ni falta. Por lo tanto, el club azulgrana cree que esta decisión, que ha ratificado este miércoles el Comité de Competición, tiene que ser corregida y quiere agotar todas las vías para hacerlo.

El Comité de Apelación tiene un vocal madridista
El Comité de Apelación, pues, es el próximo paso a seguir. El problema, sin embargo, es que es muy difícil que este organismo cambie una decisión tomada por el Comité de Competición. Además, el Comité de Apelación está configurado de una manera muy polémica, puesto que uno de sus miembros, Luis Cazorla, vocal, es seguidor confeso del Real Madrid y es (o ha sido) socio del club blanco. Esto se puso de manifiesto hace unos meses, cuando se le rebajó la sanción a Nacho Fernández, defensa merengue, por una entrada muy dura sobre Cristian Portu, del Girona, y esto hizo que pudiera jugar el clásico de la primera vuelta. Por lo tanto, la decisión final que tome el Comité de Apelación sobre la tarjeta amarilla a Vitor Roque se observará con lupa. Al Barça todavía le quedaría la vía penal para recorrer el caso.

Por otro lado, el Girona, que también recorrió las tarjetas al defensa neerlandés Daley Blind y al entrenador Míchel, ha comunicado que no continuará apelándolas al Comité de Apelación. El Comité de Competición también ha ratificado estas sanciones este miércoles.