Un acuerdo de patrocinio entre la República Democrática del Congo y el Fútbol Club Barcelona ha desencadenado una fuerte controversia en el país africano. El gobierno congoleño habría pactado invertir 40 millones de euros durante cuatro temporadas para que el Barça luzca el lema “Congo, Coeur de l’Afrique” en la camiseta de entrenamiento, con el objetivo de promocionar el país como destino turístico. Sin embargo, múltiples voces de la sociedad civil consideran este acuerdo una prioridad equivocada, teniendo en cuenta las carencias en infraestructuras, sanidad y educación que sufre la población.
La sociedad congoleña pide que no se inviertan dinero en el Barça
Diversas organizaciones sociales han liderado protestas exigiendo la cancelación del contrato. Defienden que el Congo lo que necesita son infraestructuras como carreteras, escuelas y hospitales, así como puestos de trabajo, en lugar de logos en camisetas de equipos de fútbol europeos. En las manifestaciones, como la celebrada en Kinshasa el 17 de julio, hubo represión policial, con varios heridos. Los activistas critican la falta de transparencia del gobierno y el «despilfarro» de los recursos públicos y se quejan de que los servicios básicos en el país están colapsados y que el fútbol local apenas recibe financiación.
🇨🇩When are african leaders going to get their priorities right and straight.
— Sahel Revolutionary Soldier (@cecild84) July 18, 2025
Whilst Congolese are suffering from genocide, starvation and deaths in the million, their government is paying $46 million to Barcelona. pic.twitter.com/evShECnCX7
El caso ha reabierto el debate sobre las prioridades de países empobrecidos que intentan seguir estrategias de marketing, como la del vecino Ruanda, que ya colabora con clubes como el Arsenal o el París Saint-Germain. Muchos congoleños no ven viable atraer turistas mientras las infraestructuras sean deficientes y la inseguridad, especialmente en el este del país, sea alarmante. Se teme que el gobierno pueda utilizar una eventual clasificación de la selección congoleña para el Mundial como herramienta de propaganda, aunque el país no dispone de un sistema deportivo funcional ni medios para acoger visitantes. La sociedad civil anuncia nuevas protestas y hace un llamado a los clubes europeos para que rechacen el patrocinio. Reclaman que ese dinero se use para mejorar la calidad de vida de la población.