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Dembélé, nuevo enemigo público número uno del barcelonismo

La ida de los cuartos de final de la Champions League suponían una gran exigencia para la defensa del Fútbol Club Barcelona ante la delantera del París Saint-Germain, especialmente por la figura de Kylian Mbappé. La estrella del conjunto parisino, pero, no tuvo su mejor partido, todo el contrario que una cara conocida para el Barça: Ousmane Dembélé. El exblaugrana fue la principal amenaza del ataque del PSG durante el partido, llegando a marcar. Sus gestos, pero, no han gustado nada a la afición culé. Después de la victoria del equipo de Xavi Hernández al Parque de los Príncipes, Dembélé ha sido el centro de las críticas por parte del barcelonismo a causa de la efusividad con la que celebró el gol que puso el empate para los franceses.

La afición del Barça considera a Dembélé uno desagradecido

El partido entre el PSG y el Barça en el Parque de los Príncipes implicaba el primer reencuentro de Luis Enrique con los azulgranas como técnico rival y el de Dembélé como jugador contrario. El extremo jugar seis temporadas como culé y marchó al conjunto parisino el pasado verano a cambio de 50,4 millones de euros a pesar de que Xavi le pidió expresamente que se quedara. Durante su etapa al club catalán, el francés estuvo mucho tiempo lisiado -784 días en total- y sus compañeros de equipo llegaron a dar muestras de apoyo llevando su camiseta durante la temporada 2019-2020, cuando estuvo alejado de los terrenos de juego 191 días. Teniendo presente este contexto, el trato ofrecido al jugador y el rendimiento que dio, gran parte de la afición azulgrana considera la enérgica celebración de la exblaugrana una traición.

Una parte de la afición compara el francés con Figo

Antes de enfrentarse en el Barça, Dembélé solo había marcado un gol a lo largo de la actual temporada habiendo disputado 35 partidos. Por lo tanto, el extremo hizo la famosa ley del ex. Su celebración ha crispado la afición azulgrana y, desde el sector más joven, se han llegado a hacer comparaciones del jugador francés con Luís Figo, que dejó la entidad catalana para marcharse al Real Madrid a cambio de 11.900 millones de pesetas -71,5 millones de euros actualmente- cuando dijo reiteradamente que se quedaría al club. Los seguidores culés están fomentando un clamorosa pitada al exblaugrana cuando visite el Estadi Olímpic Lluís Companys. De todos modos, hay que destacar que Figo era un ídolo que, más allá de ser uno de los indiscutibles mejores futbolistas del mundo, también era el capitán del equipo.



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