El Fútbol Club Barcelona ha ganado la batalla a Javier Tebas que se ha reabierto en los últimos días respecto al caso Olmo. El pasado miércoles, LaLiga comunicaba al Barça que volvía a estar fuera de los márgenes salariales del fair play financiero, es decir, que estaba excedido en el límite salarial, e instaba al Consejo Superior de Deportes (CSD por sus siglas en español) a retirar la medida cautelar que permitió las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor el pasado mes de enero. El CSD, sin embargo, respondió al día siguiente, el pasado jueves, manteniendo su decisión de ratificar las licencias federativas de los dos jugadores, ya no solo de manera cautelar, sino de manera definitiva. El caso Olmo, por tanto, no se ha reabierto realmente (o lo ha hecho en falso). Así pues, ¿qué ha pasado estos días?
¿Por qué se ha reabierto el caso Olmo?
A la hora de explicar esta especie de reapertura en falso del caso Olmo hay que fijarse principalmente en la figura de Javier Tebas. El presidente de LaLiga se enfadó mucho el pasado mes de enero, cuando Dani Olmo y Pau Víctor pudieron ser inscritos en LaLiga. El Barça estaba excedido en cuanto al fair play financiero a finales del mes de diciembre, lo que significaba que debían quedar fuera del equipo de manera inminente. A última hora, sin embargo, el club blaugrana cerró un acuerdo para vender los asientos VIP del Spotify Camp Nou a dos empresas de Oriente Medio y recibía así el dinero necesario para entrar dentro de los márgenes salariales y burlar así las trabas de Tebas.
Las cosas, sin embargo, no fueron tan sencillas como todo eso, la Comisión de Seguimiento LaLiga-RFEF, de creación muy reciente (desde que Tebas ha pasado a ser presidente de la Federación) puso muchos obstáculos para que el Barça no pudiera entregar a tiempo los documentos que acreditaban la venta de estos asientos VIP. El presidente Joan Laporta lo describió como «pruebas diabólicas». Finalmente, el Barça entró dentro de los límites del fair play financiero el día 3 de enero, pero ya era demasiado tarde, porque después del 31 de diciembre Olmo y Víctor perdieron sus licencias federativas.

En este momento es donde entró el CSD, que entregó pocos días después una medida cautelar al Barça, ya que consideraba que el caso no era claro y dos jugadores no podían quedarse sin actividad, ya que el daño era muy grande. Esta medida, sin embargo, era momentánea y esta semana el CSD debía pronunciarse de manera definitiva. Y aquí es donde entran las trampas de Tebas. LaLiga se ha aferrado a las cuentas intermedias del Barça presentadas el pasado 31 de marzo, en lugar de las cuentas consolidadas anuales que son las que valen, para retirar el fair play financiero a la entidad blaugrana. En estas cuentas intermedias, la nueva auditora del club, Crowe, no ha querido computar la venta de los asientos VIP del Spotify Camp Nou, ya que considera que esto se debe hacer más adelante, cuando el activo esté consolidado.
Tebas, sin embargo, ha ido aún más allá y ha utilizado esto como argumento para pedir al CSD que retirara las fichas de Dani Olmo y Pau Víctor. Es decir, el presidente de LaLiga ha generado él mismo un clima de opinión desfavorable al Barça para desinscribir a Olmo y Víctor como venganza porque Laporta fue capaz de burlar su estricto control financiero. El CSD, sin embargo, no solo no ha caído en la trampa de Tebas, sino que lo ha dejado en evidencia cuando ha resuelto que la Comisión de Seguimiento RFEF-LaLiga no tiene capacidad para retirar licencias federativas. Además, en todo este sainete Tebas ha revelado informaciones del Barça que podrían haber violado la Ley de Protección de Datos. Laporta ha ganado una batalla muy importante de esta guerra. Habrá que ver cómo contraataca Tebas.