Món Esport
Las secciones del Barça cierran un año gris en el Palau Blaugrana

Esta temporada ha sido un auténtico vía crucis para las secciones del Fútbol Club Barcelona, con un balance global muy por debajo de lo esperado y el Palau Blaugrana ha vivido un año para olvidar. El fútbol sala perdió el otro día la final de liga contra Jimbee Cartagena, diciendo adiós a la última opción de título y encadenando otro año sin liga ni Europa. Tino Pérez no ha podido enderezar al equipo, y la marcha de dos pilares como Dyego y Sergio Lozano aún hará más duro el balance. El baloncesto tampoco ha salvado los muebles: eliminados en cuartos de la Euroliga y de la Copa del Rey, en semifinales de la Liga ACB y con un equipo lleno de lesiones y sin refuerzos, los de Peñarroya han firmado una de las peores temporadas que se recuerdan en los últimos años. Todo esto deja una sensación de fracaso en una sección que hace pocos años competía al máximo nivel europeo.

Jugadores del Barça de baloncesto, durante un partido | FC Barcelona
Jugadores del Barça de baloncesto, durante un partido | FC Barcelona

En el hockey sobre patines, la historia es similar. La OK Liga se ha ganado con solvencia, pero la derrota en la Champions y la caída en la Copa del Rey han oscurecido la temporada. El relevo en el banquillo antes de comenzar la temporada y la falta de dinero se han notado mucho en un equipo que había sido referente. Solo el balonmano ha dado alegrías con un triplete de títulos nacionales, aunque se quedó sin Champions en la final four de Colonia por decisiones arbitrales polémicas. A pesar de los éxitos domésticos, la sensación es que se ha perdido la ambición europea que engrandecía al Barça.

Un contraste más que evidente

El contraste con el fútbol es claro; mientras el Barça de Flick brilla y llena estadios, las secciones viven tiempos más complicados. Los recortes presupuestarios se han notado y los equipos han dispuesto de menos recursos para fichajes y refuerzos. También ha habido cambios en los banquillos que han buscado dar un nuevo impulso que no ha terminado de arrancar. A todo esto se suma un Palau Blaugrana que ya es viejo, pero que aún mantiene su carisma a pesar del paso de los años. Ahora el reto es recuperar la fuerza competitiva de unas secciones que siempre han sido símbolo de orgullo e identidad barcelonista.



Nuevo comentario

Comparte

Icono de pantalla completa