Joan Laporta ha vuelto a dejar claro que el Futbol Club Barcelona se aleja definitivamente del proyecto de la Superliga y que el club ya trabaja para regresar al paraguas institucional de la UEFA y de la EFC, la antigua ECA. Después de participar como invitado en la asamblea de Roma, el presidente azulgrana ha mantenido el mismo discurso unas horas después en Barcelona: “Trabajamos para un acuerdo y para volver a la UEFA. Estamos en la línea de la pacificación del fútbol europeo, que es lo que quieren todos los clubes”. Esta voluntad, que supone un giro respecto a la alianza con Florentino Pérez, ha provocado que todas las miradas se centren ahora en la relación con el presidente del Real Madrid.
Laporta: «Los que deben saberlo ya lo saben»
Preguntado por los periodistas sobre si había informado personalmente a Florentino de este movimiento, Laporta ha sido claro y su mensaje se ha podido entender perfectamente: “Los que deben saberlo, ya lo saben”. Con esta frase, el presidente del Barça deja entrever que la comunicación con el dirigente blanco existe, pero también que su decisión es firme y no admite marcha atrás. “Hay un espacio que debemos recorrer juntos, pero el proceso va progresando y esperamos que el acuerdo llegue pronto”, ha añadido. Además, Laporta ha destacado que tanto Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, como Nasser Al-Khelaïfi, máximo responsable de la EFC, están dispuestos a facilitar el retorno del Barça y a normalizar una relación institucional que había quedado rota a raíz de la Superliga.

En esta misma línea, Laporta ha elogiado el nuevo formato de la Champions League y ha dejado entrever que el encaje con la UEFA ya no es un problema. “Tenemos buena relación con Nasser y ya sabéis que estamos en la línea de construir puentes, no de destruirlos”, ha afirmado. Estas palabras alejan casi de manera definitiva al club catalán del proyecto impulsado por el Madrid y sitúan a Laporta como uno de los actores clave para la “pacificación” del fútbol europeo. El mensaje a Florentino es inequívoco: el Barça apuesta por la reconciliación con las instituciones, aunque eso implique abandonar un proyecto que parecía que Laporta había abrazado con convicción.