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Laporta: Altibajos de una gestión económica en crisis permanente

Esta semana, el Futbol Club Barcelona emitía un comunicado para anunciar los resultados del ejercicio financiero de la temporada 2024-2025, los cuales deberán aprobarse en la Asamblea de Compromisarios del próximo 19 de octubre. En el texto, el Barça sacaba pecho y aseguraba que podía «confirmar la recuperación económica» tras muchos años de crisis, de una situación heredada de la anterior junta directiva y que empeoró con la pandemia de la Covid-19. El club celebraba los resultados ordinarios positivos, con dos millones de euros de beneficios, así como unos ingresos ordinarios de 994 millones de euros.

De esta manera, en el apartado de ingresos, el balance que hace el Barça es muy positivo, habiendo logrado que entraran más dinero del esperado; ya que habían presupuestado unos 893 millones en las cuentas anteriores. Esto se entiende sobre todo gracias al buen rendimiento deportivo, lo que, más allá de premios económicos, también trajo más dinero en estadio y en merchandising. Los gastos, sin embargo, también superaron el monto presupuestado para la temporada: se quedaron en 965 millones, muy por encima de los 875 millones previstos.

Con todo, el club cierra el curso con unas ganancias ordinarias mínimas, de dos millones de euros. La bottom line, sin embargo, se revierte con el resultado extraordinario, principalmente por la devaluación de Barça Produccions. Esta es una de las palancas que se activaron hace tres años, con el fin de generar ingresos extraordinarios. A este agujero se debe añadir la sanción de 15 millones de euros por parte de la UEFA; pero queda ligeramente equilibrado por los 70 millones generados por la venta de los derechos de explotación del hospitality del Spotify Camp Nou. Así, la junta de Joan Laporta da por concluido el ejercicio con unas pérdidas de 17 millones de euros.

Joan Laporta, con el vicepresidente Rafa Yuste | FC Barcelona
Joan Laporta, con el vicepresidente Rafa Yuste | FC Barcelona

De los cinco ejercicios contables que ha cerrado el actual equipo de gobierno, este es el tercero que queda en pérdidas. De estos, cabe decir, solo dos partían de la gobernanza de Laporta: el presente y el 2023-2024, que terminó con 180 millones de euros en rojo, lastrado también por la devaluación del entonces llamado Barça Studios -ahora Barça Produccions-. El tercer curso en negativo fue el 2020-2021, el más sangrante de los cinco, con más de 480 millones de euros de pérdidas. La mayor parte de aquel año fiscal, sin embargo, se concretó bajo el mandato del expresidente Josep Maria Bartomeu y de la comisión gestora que presidió Carles Tusquets i Trias de Bes, que tomó las riendas del club tras la dimisión de Bartomeu en octubre de 2020.

Además, al ser investido, el actual presidente ordenó el forensic que finalmente destapó todas las causas contra la anterior junta, y que mantuvo al club al ralentí hasta ese mismo mes de agosto. Un forensic que, después de que hace unos años Laporta remitiera a la Fiscalía y a la policía, ha terminado actualmente con la imputación de Bartomeu por presunta administración desleal. Así, el grueso de las pérdidas atribuidas a la era Laporta por parte de algunos actores de la oposición -los famosos 230 millones «de locos»- tiene, obligatoriamente, dos grandes asteriscos: el de la pandemia, generalizado para todo el mundo del fútbol, y el del conflicto entre contabilidad y gestión que muestra el balance del 2020-2021.

Las ganancias hacen brillar BLM

En solo un recuento fiscal anual, la 2024-2025 muestra los resultados -algunos a tropiezos, otros a impulsos- de las apuestas de Laporta desde que regresó a la presidencia del club. En el lado positivo constan los ingresos comerciales y los reportados por el estadio. A pesar de haber jugado lejos del Spotify Camp Nou un curso más, el club reporta 175 millones de euros de facturación en Montjuïc, 50 millones más que el curso anterior y 21 millones por encima del presupuesto. En cuanto a las ventas, se generaron 473 millones de euros, 27 millones más de lo previsto. El gran diamante del balance comercial, cabe decir, precede a la segunda era Laporta: se trata de Barça Licensing and Merchandising, o BLM, la firma del club dedicada a gestionar las ventas de merchandising.

La camiseta del Barça de la temporada 2025/26 | FC Barcelona
La camiseta del Barça de la temporada 2025/26 | FC Barcelona

BLM es un vehículo creado en 2016, y que ha crecido exponencialmente con la escalada de la relevancia global del club y la mejora de los acuerdos comerciales con Nike -el último, fechado el pasado noviembre, podría reportar al Barça hasta 120 millones de euros-. BLM, cabe recordar, podría ser una nueva palanca para la junta, en tanto que tiene el permiso de la Asamblea de Compromisarios para vender hasta el 49,9% de la propiedad. Sin embargo, nada indica que haya intención de deshacerse de un activo que no hace más que crecer, al menos hasta el momento.

Barça Studios ancla el club

Las sombras del club son, por ahora, más largas que sus luces. La más oscura, aunque temporal, es el patrimonio neto, que encadena cinco cursos en negativo, desde la pandemia. Este año, el desequilibrio es de 153 millones de euros, aunque la junta espera revertir la tendencia con el retorno al Spotify Camp Nou a pleno rendimiento, en uno o dos años. La otra, el endeudamiento, que se mantiene en 469 millones de euros. La cifra, cabe decir, se ha ido erosionando durante todo el mandato, y ya está 211 millones por debajo del pico de 680 millones de euros reportado en el balance de la 2020-2021.

El Estadio Olímpico Lluís Companys, durante el clásico de Liga entre el Barça y el Madrid | FC Barcelona
El Estadio Olímpico Lluís Companys, durante el clásico de Liga entre el Barça y el Madrid | FC Barcelona

Los males del Barça, que llevan a este bache económico, tienen varios nombres. El más importante es Barça Produccions, antes conocido como Barça Studios. La sociedad se fundó para comercializar de forma centralizada la producción audiovisual del club, bajo la marca Bridgeburg Invest. En un primer momento, se valoró en 400 millones de euros; pero los auditores han ido recortando año tras año su precio de mercado. Tras varias revisiones a la baja, este año se han tenido que restar 65 millones de euros adicionales, quedando en 178 millones de euros.

A esta devaluación se debe añadir el gasto extra generado por la absorción de la marca Bridgeburg el pasado mes de febrero, que ahora forma parte de Barça Produccions, y que ha hecho tambalear la caja por unos 12 millones de euros adicionales. Cabe recordar que la valoración de esta sociedad ha sido la fuente del conflicto de Laporta con los auditores del Club: Grant Thornton, encargado de vigilar las cuentas hasta enero de este año, ya recomendó devaluarla; y también lo hizo Crowe, la sucesora, con quien finalmente se ha llegado a un acuerdo que ha fijado el valor de la firma.

¿La recuperación económica ya ha llegado?

Cuando Joan Laporta ganó las elecciones en el año 2021 dejó claro que la situación económica del Barça era muy delicada y no hizo promesas utópicas. Al contrario, explicó que para lograr la «recuperación económica no se conseguiría hasta la temporada 2024-2025». El club considera, ahora sí, que puede darlo por «confirmado». En este sentido, hay aspectos que lo hacen pensar, como por ejemplo que se haya vuelto a superar la barrera de los 1.000 millones de ingresos previos a la pandemia -actualmente son 1.075- y que, a pesar de que se hayan hecho grandes esfuerzos en elementos como recortar la masa salarial, el equipo haya recuperado la competitividad esperada.

Por otro lado, sin embargo, el Barça aún tiene deberes por hacer en materia económica. La devaluación sin freno de Barça Produccions, el endeudamiento o los problemas de fair play financiero con LaLiga -que continúan sin resolverse del todo- así lo evidencian. En todo caso, el club venía de una situación muy delicada y ha ido volviendo al camino del saneamiento. Para hacerlo, se está atravesando un camino largo y complicado, donde ha habido aciertos y errores. Ahora bien, la entidad azulgrana ha avanzado con paso firme en esta dirección y ha ganado títulos por el camino, ha vuelto a crear un proyecto deportivo ilusionante y ha afrontado, por fin, el reto de construir un nuevo Spotify Camp Nou. Queda menos de un año para las próximas elecciones del Barça y habrá que ver si esta gestión económica acabará jugando en contra o a favor del presidente Joan Laporta.



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