El Fútbol Club Barcelona vive horas de cierta inquietud mientras espera la resolución de la comisión médica de LaLiga sobre la baja de Marc-André ter Stegen. El club azulgrana envió el pasado viernes el informe médico sobre el portero alemán, después de que el jugador decidiera finalmente firmar la autorización para enviarlo, con la esperanza de recibir una respuesta rápida, como suele ser habitual cuando el diagnóstico es claro. Sin embargo, la decisión se está alargando más de lo previsto y dentro de la entidad temen que esto pueda indicar que el pronóstico no sea favorable a los intereses del club. El Barça necesita que la lesión sea considerada de larga duración -cinco meses de baja- para poder utilizar el 80% de su ficha e inscribir así a Joan Garcia antes del partido del sábado en Mallorca. Si la previsión médica se queda en cuatro meses, solo podrían utilizar la mitad de ese margen salarial, y si es inferior a tres meses, la opción quedaría descartada.

El Barça busca alternativas para inscribir a los nuevos fichajes

En este último escenario, el club se vería obligado a recurrir a una vía alternativa: los avales del presidente o de los directivos. Esta fórmula, ya utilizada en otras ocasiones para inscribir futbolistas, permitiría registrar a Joan Garcia a pesar de la falta de margen salarial. La situación es especialmente urgente porque, a estas alturas, Wojciech Szczesny tampoco está inscrito y Ter Stegen está lesionado, dejando al equipo sin ningún portero disponible para el debut en la competición, más allá de Iñaki Peña, a quien se le está buscando una salida. Además, quedan pendientes de inscripción Marcus Rashford, Gerard Martín y Roony Bardghji, aunque este último podría ser inscrito como jugador del filial para ganar tiempo. La prioridad, sin embargo, es clara: garantizar la presencia de Joan Garcia en la convocatoria contra el Mallorca.

Marcus Rashford, Joan Garcia y Roony Bardghji, con el Trofeo Joan Gamper en sus manos | FC Barcelona
Marcus Rashford, Joan Garcia y Roony Bardghji, con el Trofeo Joan Gamper en sus manos | FC Barcelona

Paralelamente, el Barça espera el informe de la auditoría sobre los asientos VIP, elaborado por la consultora Crowe, que podría devolver al club a la regla 1:1 en el control económico de LaLiga. Esta modificación daría plena flexibilidad a la hora de inscribir jugadores sin tener que generar previamente ingresos equivalentes. Las últimas salidas de futbolistas han generado cierto margen, pero el resultado de esta auditoría es clave para recuperar la normalidad financiera. Desde el club aseguran que las inscripciones acabarán produciéndose, pero admiten que no es lo mismo hacerlas bajo la restricción actual que con plena capacidad de gasto. Por eso, la estrategia implica aguantar hasta el último momento, pendiente tanto de la decisión médica sobre Ter Stegen, como del informe que podría desbloquear definitivamente la planificación deportiva.



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