El pasado verano, a causa de las obras en el Camp Nou y la construcción del Espai Barça, el Museo del Fútbol Club Barcelona tuvo que ser trasladado. Su nuevo recinto se encuentra en el interior de lo que antes era la pista de hielo, junto al Palau Blaugrana. Ahora, esta construcción acoge momentáneamente lo que se conoce como 

El Museo del Barça, como no podía ser de otro modo, tiene espacios dedicados a las leyendas del club. Sin ningún tipo de duda, una de las más recordadas es Johan Cruyff. Como jugador, como entrenador y como activo del Barça, mientras vivió, el Holandés Volador fue una de las figuras más estimadas por la afición y más importantes para los éxitos del club. Ahora que ya hace unos años que nos dejó, su recuerdo continúa presente por todas partes y el Museo azulgrana no es una excepción. En una vitrina, hay objetos tan característicos como su gabardina, cedida por Danny, su viuda, así como camisetas y artículos históricos relacionados con la figura de Cruyff que ha ido recogiendo, sobre todo, su familia.
Ahora bien, entre todos los recuerdos del 
Pere Valentí Mora tiene unas botas de Cruyff que anhela el Museo del Barça
La historia es la siguiente. La entrevista a Mora tuvo lugar en la sede de la Agrupación Barça Jugadores, junto al Camp Nou, pero las fotografías se hicieron en el Museo del Barça. Mientras paseábamos con él, se dio cuenta que faltaban las botas de Cruyff jugador en su vitrina y él mismo destacó que tiene un par en casa. En el mismo momento, Jordi Penes, director del Museo, le pidió, casi de rodillas, que cediera este objeto tan codiciado a la colección del Barça.

Mora todavía se lo está pensando. Él tiene su pequeño museo particular en su pueblo, en Vilaplana, con varios objetos de su época de jugador del Barça en los setenta. Nos explicó que las botas de Cruyff acabaron en sus manos de pura casualidad. Un buen día, pidió material antiguo al club para poderlo llevar a los niños de su pueblo. Casualmente, una de las cosas que le dieron fueron unas botas del mítico futbolista neerlandés y él, consciente de su valor, las guardó en un lugar seguro. Mora destaca que son unas bambas de la marca Puma, puesto que entonces Cruyff todavía no había sacado su empresa de ropa deportiva.
Estas botas, además, son especialmente valiosas, ya que están muy desgastadas. Mora recuerda que Cruyff no era de cambiar mucho de bambas. Por eso, son unas botas que el neerlandés llevó en muchos partidos y que, por fuerza, tienen gran parte de la historia del Barça en sus costuras. Es probable que estos zapatos acaben en el Museo. A Mora le sabe mal que se hayan ido deteriorando con el tiempo y es consciente que en las instalaciones del club podrán ser preservadas como es debido. Ahora solo queda hacer una cosa tan fácil y tan complicada a la vez, como es ceder un objeto con un elevado valor sentimental por el bien común del barcelonismo.

