James Ratcliffe, el hombre más rico del Reino Unido, se encuentra inmerso en una licitación para ser el máximo propietario del Manchester United, con una pugna feroz con inversores cataríes. Pero, antes de los
“Tuvimos interesantes conversaciones con el Barça y les dijimos que en lugar de vender sus activos, les pagaríamos entre 2.000 y 3.000 M€ para la remodelación de la Spotify Camp Nou, más la compra del 50% de la propiedad del club», asegura Ratcliffe. «Queríamos firmar una declaración con la que nos comprometíamos a que nunca venderíamos el club, pero el Barça declinó la propuesta, puesto que su propietario es el socio”, afirma el empresario británico. De hecho, en el libro confiesa que Laporta “no podía presentar esta propuesta a los aficionados, aunque el camino que están cogiendo es un desastre», asegura. «Los mandatos son a corto plazo, así que el que llega gestiona durante cinco años y después le pasa el marrón a otro”, considera el Ratcliffe.

Ratcliffe se reunió con Laporta por la delicada situación económica del Barça, pero el británico no aprobaba el plan de vender derechos televisivos y la explotación de productos comerciales azulgrana para sanear las cuentas de la entidad. De hecho, Ratcliffe se muestra muy duro con las famosas palancas: “Ya han vendido parte de sus derechos televisivos y el merchandising a un fondo buitre americano durante los próximos 25 años. Así que ya tienen un buen puñado de efectivo que pueden derrochar”, sentencia.
Un gran mecenas del deporte
El propietario del grupo INEOS quiere suceder a los Glazer como propietario del Manchester United. De hecho, tiene un vínculo con el deporte e invierte cifras astronómicas en equipos de vela, fútbol, ciclismo y motor que sirven de escaparate para su empresa petroquímica. Concretamente, tiene el equipo ciclista de más presupuesto (INEOS Grenadiers), participa en la Copa de la América de vela, tiene el 33% de la escudería Mercedes de Fórmula 1 y, volviendo al fútbol, es el propietario del Niza francés y el Lausana suizo. Todo ello no le supone ningún problema, puesto que su fortuna está estimada en aproximadamente 12.000 millones de euros.