Amor y odio. Estas dos pasiones han definido la relación entre Pep Guardiola y Gerard Piqué desde que el primero se convirtió en entrenador del segundo en el año 2008. Recientemente, Piqué ha dedicado algunos de los mejores elogios posibles a Guardiola, como ha hecho en tantas y tantas ocasiones, así como a la inversa, pero las cosas no siempre han sido tan bonitas. Cuando estaban juntos en el Barça, la disciplina de Guardiola generó más de una tensión con Piqué, como el mismo exdefensa central azulgrana ha explicado en más de una ocasión: «Con Pep tuvimos una relación espectacular, pero también se generó alguna tensión importante, sobre todo el último año».
La relación entre Pep Guardiola y Gerard Piqué
Piqué regresó al Barça en el año 2008 después de una etapa en el Manchester United. Tenía solo 21 años y, mientras desplegaba un fútbol increíble, también tenía ganas de pasarlo bien fuera de los terrenos de juego. Sus ganas de fiesta y ocio chocaban frontalmente con el estricto sistema de entrenamientos de Guardiola. Piqué, con los años, ha acabado bromeando, pero ha explicado que incluso tuvo que pagar una multa de «12.000 euros» por saltarse las normas internas que el técnico de Santpedor había impuesto en el vestuario del Barça: «Salía de fiesta después de los partidos y también al día siguiente».
Cuando Guardiola recuerda los años que pasó al lado de Piqué en el Barça, también lo define con elogios. Cuando el central barcelonés se retiró, dijo lo siguiente: «Pasamos cuatro años extraordinarios y fue todo un honor poder ser su entrenador». Uno de los motivos por los cuales Guardiola podía tolerar las actitudes de Piqué fuera del terreno de juego es que, cuando tocaba rendir, él siempre lo hacía: «Piqué era un jugador de grandes partidos. Nunca se perdía ninguno y siempre jugaba bien».
