La vicepresidenta institucional y portavoz del Fútbol Club Barcelona, Elena Fort, se ha pronunciado a título personal a través de Twitter y ha pedido la dimisión de Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol: «Hacen falta aires nuevos«. Unas palabras que son bastante contundentes y se alejan del comunicado de la entidad azulgrana, donde condenaban el caso Rubiales, pero evitaban pedir la destitución.
El comunicado de Elena Fort ha sido el siguiente: «Personalmente, son unos momentos y días difíciles. A menudo, en los actos propios y los no propios hacen falta reflexiones, decisiones y tiempos que van más allá de aquello que nos parece evidente y obvio. A título personal, atendido lo sucedido durante estos días, especialmente esta mañana y el final y el público posicionamiento de las afectadas, las auténticas y únicas víctimas, como mujer y ciudadana, servidora pública y culé, quiero dejar de nuevo patente, como he hecho siempre, todo el apoyo a todas aquellas mujeres que sufren el inaceptable y asqueroso machismo imperante. Manifiesto mi total rechazo a la actuación de todos aquellos miembros de los estamentos oficiales y no oficiales que permiten y amparen actuaciones reprobables y a todo aquello sucedido esta mañana. Y considero necesaria su dimisión inmediata. ¡Hacen falta aires nuevos! El verdadero problema de todo es que en su imaginario nadie ha hecho nada malo. Y este es el verdadero drama. Nos queda mucho camino para recorrer y muchas horas difíciles para poder ir cambiando este mundo inaguantable en el cual nos toca vivir. Y nos toca a todas y todos. Y de forma desinteresada y sincera. Junto a todas las mujeres que se han plantado y han dicho bastante, siempre».

Críticas al comunicado del Barça
De hecho, el comunicado que ha realizado la entidad azulgrana ha recibido muchas críticas por parte de sus seguidores, ya que lo han considerado muy tibio y poco contundente hacia Luis Rubiales. Aunque condenan su comportamiento «de impropio de su cargo» y califican los hechos de «lamentables y desafortunados«, no han pedido la destitución del presidente de la RFEF, motivo que ha hecho enfurecer los aficionados.