Ver los alrededores del Spotify Camp Nou llenos de gente con camisetas del Futbol Club Barcelona un viernes por la mañana no es lo más normal, pero es que la ocasión lo merecía. Aunque el entrenamiento de puertas abiertas no comenzaba hasta las 11:00 h, desde las 9 de la mañana ya había riadas de gente alrededor del estadio, ya que los accesos abrían a partir de las 9:30 h y los culés querían aprovechar cada segundo de este regreso a casa tan esperado. Se notaba la impaciencia después de 894 días sin poder entrar al Spotify Camp Nou, así como la importancia del momento. Entre la gente, no había dudas, todos coincidían en decir que era un día «histórico». Y tanto es así que no solo había muchísima gente con camisetas del Barça, de todas las épocas y colores, sino que también había personas que habían sacado sus trajes de gala del armario para presenciar este momento.
El Barça presume de un Spotify Camp Nou listo para volver en partidos oficiales
En relación con la última vez que la prensa había tenido la oportunidad de visitar las obras del estadio, había mejoras significativas, sobre todo en cuanto a los accesos, que han hecho que la llegada de la gente fuera muy sencilla, aunque es cierto que se ha hecho de manera muy escalonada y durante muchas horas. También ha habido avances importantes en cuanto a la tercera gradería, que ya comienza a tomar forma, mientras que la primera y la segunda continúan luciendo preciosas. De esta manera, la espera hasta el inicio del entrenamiento se ha hecho muy entretenida, con los culés observando cada detalle del antiguo-nuevo estadio remodelado, que, al menos a simple vista, está perfectamente preparado para acoger partidos. El regreso oficial, según el mismo Joan Laporta, presidente del Barça, será el 22 de noviembre contra el Athletic Club, o el 29 contra el Alavés. El Barça había explicado que este entrenamiento funcionaría como test y ha quedado superado con nota.

A las 11:00 h en punto los jugadores saltaron al césped. Sonó el Cant del Barça y los barcelonistas pudieron volver a gritar el nombre de su club bien fuerte mientras los futbolistas entraban al terreno de juego, con Lamine Yamal como protagonista de la ovación más sonora. A partir de aquí, el público, principalmente catalán y familiar, que tenía muchísimas ganas de animar, comenzó a corear cánticos como Un dia de partit o Barça, Barça. Los jugadores dieron una vuelta de honor para agradecer la presencia de este público tan numeroso –21.795 personas de las 23.000 entradas agotadas, todas las localidades que permite la licencia de primera ocupación del Ayuntamiento de Barcelona- e incluso Hansi Flick dedicó un gol a portería vacía a la afición, que lo celebró con humor.

Hacia el final de la sesión, y después de muchos cánticos y goles celebrados, el aburrimiento comenzó a apoderarse de algunos aficionados -algo perfectamente comprensible, ya que ver un entrenamiento no es lo mismo que ver un partido- y hubo algunas anécdotas divertidas. Un par de espontáneos, muy jóvenes, saltaron al césped y fueron interceptados por los agentes de seguridad. A pesar de eso, recibieron una ovación del público, por el intento de acercarse a sus ídolos. Además, cada vez que un jugador del Barça fallaba un disparo y el balón se iba a la gradería, los aficionados intentaban quedárselo. Al final del entrenamiento, los futbolistas correspondieron regalando balones al público. Los jugadores salieron del césped acompañados del grito Madridista quien no bote.
Joan Garcia, Eric Garcia y Andreas Christensen se entrenan con normalidad
Deportivamente, también hubo noticias interesantes. Para empezar, casi todos los jugadores saltaron al césped, incluso los lesionados. Sin embargo, futbolistas como Marc-André ter Stegen, lesionado de larga duración, se fueron retirando del campo mientras comenzaba el entrenamiento. En cambio, Joan Garcia, por ejemplo, pudo ejercitarse al mismo ritmo que sus compañeros, así que su lesión parece ya superada y podría volver a entrar en la convocatoria del próximo partido de Liga contra el Celta. Eric Garcia, a quien le rompieron la nariz en el pasado duelo de Champions contra el Bruges, se entrenó con una máscara protectora y, finalmente, Andreas Christensen, que había quedado fuera de las últimas listas por lesión, también completó la sesión con normalidad.




