Joan Laporta, presidente del Fútbol Club Barcelona, participó en un acto este martes en el Palau de Congressos de Catalunya, donde habló de varios aspectos relacionados con la actualidad del Barça. Uno de los temas más destacados fue la polémica expulsión que recibió Hansi Flick en el pasado partido de Liga contra el Girona, lo que hará que se pierda el clásico. Laporta no dudó en defenderlo y lanzó un dardo al colegiado Gil Manzano, quien le mostró la tarjeta roja por gesticular: «El árbitro se equivocó». Por otro lado, también opinó sobre el corte de mangas que hizo Flick al aire tras el gol agónico de la victoria: «Es humano tener una reacción como esta. Se ha arrepentido y ya está, no tiene más importancia».
La situación institucional del club, según Laporta
Más allá de eso, Laporta también valoró la situación institucional del club, tras la Asamblea de compromisarios del pasado domingo, que fue muy caliente, con aires de precampaña electoral. Lanzó una indirecta muy clara a la oposición que tendrá en los comicios que se celebrarán el próximo 2026: «El Barça es una institución muy compleja, que no se puede tratar como una empresa. El club debe ser solvente, pero también es necesario tener una especial sensibilidad con los aspectos deportivos y sociales. Dirigir todo esto es complicado y no se puede disociar una cosa de la otra».

La oposición a Laporta, entre otras cosas, lo acusa de poner en peligro al club y que pueda convertirse en una Sociedad Anónima Deportiva, lo que significaría que los socios perderían la propiedad, debido a los diversos patrocinios que firma la institución. El presidente fue contundente: «No nos pueden instrumentalizar, porque tenemos una forma jurídica que no lo permite. Hay fondos de inversión que tienen interés en el Barça y nosotros buscamos la relación por la vía de la esponsorización, pero no a través de nuestro accionariado, porque no somos una Sociedad Anónima».