La Audiencia de Barcelona ha dejado sin efectos la imputación por cohecho del Barça en el caso Negreira. El pasado 27 de septiembre el Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona atribuyó «a todas las personas hasta el momento investigadas, incluido el FC Barcelona, el delito de cohecho», una decisión que ahora ha quedado revocada por la Audiencia de Barcelona, estamento judicial que puerta la contraria a Joaquín Aguirre, el juez del caso Volhov.
El tribunal ha estimado los recursos presentados por el expresidente del Barça, Josep Maria Bartomeu, y el actual presidente del club azulgrana, Joan Laporta, el FC Barcelona como persona jurídica y los exdirectivos del club, Óscar Grau y Albert Soler. Unos recursos que han prosperado al entender que Jose María Enríquez Negreira no puede ser considerado como un funcionario público; un hecho que hace del todo imposible imputar el delito de cohecho -delito que solo puede estar relacionado con las personas consideradas funcionario público-.
La Audiencia de Barcelona no ha considerado funcionario público a Enríquez Negreira porque el exárbitro no fue denominado por ninguna autoridad pública -hay que recordar que el estamento arbitral depende de la Real Federación Española de Fútbol, que es una entidad privada- ni realizaba funciones propias de un empleado público según argumentan los jueces.
La que se ha desestimado ha sido la petición presentada por el expresidente del Barça, Sandro Rosell, que pidió archivar la causa al considerar que había prescrito.
Una nueva victoria judicial del Barça
La semana pasada el juez Aguirre ya se llevó un revés, puesto que la Audiencia de Barcelona descartó que existiera blanqueo de capitales por parte del exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), José María Enríquez Negreira, y su hijo durante la época en la cual recibieron los pagos del Fútbol Club Barcelona.
