Después de la eliminación del primer equipo masculino del Futbol Club Barcelona de la UEFA Champions League en la fase de grupos, ha surgido una tendencia en Twitter que ha consistido en determinar quiénes han sido los responsables de llevar al Barça a esta situación de tantísima inferioridad ante un rival como el Bayern de Múnich. El nombre más repetido, y con muchísima diferencia, es el de Josep Maria Bartomeu. Es evidente, así como han insinuado Xavi Hernández y Sergio Busquets después del partido, que, sin su gestión, los azulgrana no estarían tan mal. También han aparecido nombres como los de Ronald Koeman o Joan Laporta, pero la segunda responsabilidad más otorgada ha sido a los futbolistas.
No obstante, no todos los jugadores han sido culpables a partes iguales. De hecho, después de la derrota en el Allianz Arena, algunos quedan muy señalados. Probablemente, el más evidente es Marc André Ter-Stegen. El portero alemán, que es considerado uno de los mejores del mundo por su rendimiento excelso en el Barça desde 2014, empezó a bajar el nivel a finales de la temporada pasada. Desde entonces ha sido más discutido que nunca, pero contra el Bayern ha certificado su momento pésimo. El segundo gol se lo come con patatas. En el primero podría haber hecho algo más, mientras que en el tramo inicial del duelo ha regalado un balón clarísimo a Robert Lewandowski. En la segunda mitad, dos salidas nefastas suyas no han acabado dentro porque Leroy Sané ha perdonado.
Tres de los neerlandeses del equipo también salen muy mal parados de Múnich. Frenkie de Jong sigue escondiéndose en los días importantes y no parece el mismo de principios de año, que había mejorado su versión del Ajax. Memphis Depay sigue en caída libre y no es capaz de marcar la diferencia en los metros finales. Si no mejora mucho, no tendrá calidad para ser un futbolista titular en el Barça, ni de lejos. Por otro lado, el neerlandés con pasaporte norteamericano, Sergiño Dest, tampoco ha estado nada inspirado y ha tenido que ser substituido en la media parte.
En defensa, Óscar Mingueza ha sido un auténtico colador. No obstante, hay que decir que ha ocupado una demarcación que no era la suya. Aun así, ya son muchos partidos siendo cuestionado. Ousmane Dembélé no ha estado mal, pero tampoco ha podido ser el factor determinante que el barcelonismo le pedía, mientras que los jóvenes Pablo Gavi o Nico González han hecho lo que han podido. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, si bien la situación del club y del equipo es nefasta, también hay jugadores, sobre todo los primeros que se han enumerado, que deben saber hacer pasos adelante en estos momentos o el conjunto azulgrana no sabrá salir nunca de este pozo. La tarea de Xavi también será activarles y motivarles ante estas circunstancias.
