Después de la lesión de una nueva lesión grave de Ansu Fati y del dolor y la tristeza que ésta ha comportado, toca pensar en frío. Toca reflexionar cuidadosamente sobre qué se hará. El guineano y su entorno tienen ahora dos caminos a seguir: si recuperarse de la lesión de forma conservadora, o si pasar por el quirófano. Hoy han tenido una reunión el futbolista, su padre, su agente, Jorge Mendes; el cuerpo técnico y los médicos del club. Si bien no han tomado todavía ninguna decisión, en estos momentos Ansu Fati prefiere la operación.
Hay que recordar que después de su primera grave lesión, en el inicio de la primera temporada de Ronald Koeman en el banquillo, Ansu Fati acabó operándose hasta cuatro veces. En la cuarta y definitiva operación, de hecho, el internacional con España, aconsejado por Jorge Mendes, optó por ponerse en manos del médico de la Selección Portuguesa de fútbol masculino, José Carlos Noronha. Y fue la definitiva. Lo hizo a finales de la pasada primavera, y en verano ya estaba recuperado.
Ahora, Ansu Fati prefiere llevar un tratamiento conservador. Si bien debería estar sólo 10 semanas de baja, se jugaría una posible recaída en el futuro. Por contra, los médicos han recomendado el crack del Barça que se decante por la opción de operarse y, si bien esto haría que el joven futbolista se perdiera lo que resta de temporada, a largo plazo sería más seguro.
Ansu Fati compartió ayer en las redes un comunicado al que transmitía que «por desgracia me está tocando vivir la peor parte del fútbol, pero nunca me rendiré. Muchas gracias por sus mensajes de apoyo y cariño». Por otra parte, Xavi Hernández comunicó el sábado que «Ansu Fati está muy afectado. Es una situación difícil», recordando que «trazaremos un plan de recuperación». La decisión de Ansu Fati es inminente.
