El equipo histórico de Lleida había sido toda la vida la Unió Esportiva Lleida, un club que llegó a jugar en la Primera División y que, en varios tramos de su historia, fue un habitual de la Segunda División. En el año 2011, sin embargo, desapareció debido a una crisis y se refundó como Club Lleida Esportiu, un equipo que ahora se llama Lleida Club de Futbol y que también lo ha pasado muy mal económicamente. Tanto, que actualmente está a un paso de la desaparición. Ha sido descendido administrativamente de Segunda RFEF a Tercera RFEF y, siempre que no haya un milagro, podría desaparecer próximamente. Los aficionados del Lleida lo están viviendo con mucha tristeza. Para colmo, quien se ha quedado con su plaza en Segunda RFEF no ha sido otro que el Atlètic Lleida, un club recientemente fundado a golpe de talonario.
El Atlètic Lleida compra la plaza del Lleida CF en Segunda RFEF
En las últimas horas, el Atlètic Lleida anunciaba que había depositado los 300.000 euros necesarios para comprar la plaza de Segunda RFEF al contado y que, de esta manera, conseguía el ascenso desde Tercera RFEF administrativamente. Es decir, el Atlètic Lleida ha obtenido en los despachos lo que no había sido capaz de lograr en el terreno de juego. Al contrario que el Lleida CF, que consiguió la permanencia en la Segunda RFEF deportivamente, pero ha bajado administrativamente.
Comunicat Oficial 🚨💙
— Atlètic Lleida (@atletic_lleida) July 9, 2025
SOM DE SEGONA RFEF pic.twitter.com/U583ld7HwG
Esta paradoja ilustra perfectamente la triste realidad que atraviesa el fútbol moderno. Un club histórico, con una afición numerosa y fiel, se encuentra al límite de la desaparición ahogado por sus problemas económicos. En cambio, una entidad recientemente creada, con pocos seguidores, puede ocupar su lugar sin haberse ganado el derecho sobre el césped. Hace años que el fútbol se mueve al ritmo del dinero, y cada vez más. Por mucho que los aficionados pongan corazón y esfuerzo, la presencia de un propietario con recursos detrás de un club le permite hacer y deshacer a su gusto, a menudo al margen de lo que pasa en el campo.

