En uno de los momentos más tensos y reveladores de la Asamblea de Compromisarios, Joan Laporta ha asegurado que “la UEFA quería castigarnos sin jugar la Champions League”. El presidente blaugrana ha explicado que, durante las negociaciones con el organismo europeo, se planteó una sanción ejemplar por el caso del fair play financiero. “Querían castigarnos con una multa de 60 millones y sin jugar la Champions. Pero hemos conseguido reducir la sanción a 15 millones argumentando que somos un club de socios, no una sociedad anónima que pueda hacer ampliaciones de capital”, ha revelado entre aplausos. Según Laporta, la naturaleza asociativa del Barça ha sido clave para mantener su autonomía y credibilidad ante la UEFA, que finalmente ha suavizado su postura.
Defensa de las “palancas” y de una gestión valiente
Laporta ha aprovechado su intervención para defender también el mecanismo de las “palancas”, a menudo criticado por sectores opositores. “No son ventas de patrimonio, sino cesiones temporales. Gracias a estas operaciones hemos evitado que los socios tuvieran que poner dinero de su bolsillo”, ha remarcado. Según el presidente, aquellas decisiones han permitido “salvar el club y reforzar el equipo” en un momento de máxima urgencia económica. También ha recordado que sin estas medidas, el Barça habría sufrido restricciones mucho más severas por parte de LaLiga y la UEFA, e insistió que “actuamos con valentía y responsabilidad”.

El dirigente blaugrana ha reivindicado que el Barça “ha salido reforzado” y que la relación con la UEFA se ha estabilizado después de aquellos meses de tensión. “Hemos defendido el club ante todo y todos, y lo seguiremos haciendo. El Barça es más que un club porque representa unos valores y una manera de entender el fútbol y la vida”, ha concluido con su habitual tono combativo. Laporta ha subrayado que la lucha institucional también forma parte del terreno de juego y que “este Barça volverá a ser un referente dentro y fuera del campo”.