Finalmente, se ha resuelto el caso del menor identificado como autor de los insultos racistas dirigidos al jugador del Futbol Club Barcelona Lamine Yamal durante el partido entre el Real Madrid y el Barça (0-4) el pasado 26 de octubre en el Estadio Santiago Bernabéu. El joven, aficionado merengue, ha admitido los hechos y ha sido condenado a cumplir 30 horas de tareas socioeducativas, además de recibir la prohibición de acceder a estadios de fútbol oficiales durante un año. También deberá presentar disculpas por escrito a la víctima, es decir, a Lamine Yamal.
El menor ha admitido los hechos y cumplirá condena
Los hechos se produjeron cuando Lamine Yamal, tras marcar el tercer gol del Barça, celebraba el éxito con sus compañeros cerca de uno de los córners del Santiago Bernabéu. Las imágenes de los insultos circularon rápidamente por redes sociales, provocando una fuerte condena social e institucional. Cabe recordar que LaLiga se personó como acusación en el caso, en el marco de su compromiso en la lucha contra el racismo en el fútbol.
Esta sanción se enmarca dentro del expediente abierto por la Fiscalía de Menores, que busca no solo castigar sino también reeducar para evitar conductas similares en el futuro. Las medidas impuestas reflejan un enfoque pedagógico, con el objetivo de fomentar el respeto y la convivencia en el deporte. El caso vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre el racismo en el fútbol y la necesidad de actuar con firmeza contra este tipo de comportamientos. Tanto clubes como instituciones han reforzado los protocolos para identificar y sancionar estas actitudes, pero incidentes como este demuestran que aún hay camino por recorrer. La condena al menor es un paso más en la lucha por erradicar el odio de las gradas, pero también debe ir acompañada de una reflexión colectiva sobre los valores que quiere transmitir el deporte.
