El Comité de Disciplina de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha hecho pública la esperada sanción a Jude Bellingham después de haber sido expulsado en el pasado partido de Liga del Real Madrid contra Osasuna por haber insultado al árbitro José Luis Munuera Montero. Según el acta del colegiado, Bellingham le dijo «fuck you«, es decir, «que te jodan». El jugador, por su parte, defiende que le dijo «fuck off«, es decir, «vete a la mierda». En cualquier caso, se trata de un insulto que, según la normativa de la RFEF, debería haber conllevado una sanción de entre cuatro y doce partidos. A la hora de la verdad, sin embargo, se ha considerado que Bellingham solo renegó, porque su castigo ha sido de solo dos partidos.

De hecho, en la resolución del Comité de Disciplina se especifica que Bellingham no insultó al árbitro: «Dos partidos de suspensión por actitudes de menosprecio o desconsideración hacia los árbitros, directivos o autoridades deportivas». Esta decisión de la RFEF es una gran anomalía, porque el Comité de Disciplina siempre hace caso de las actas de los árbitros como si fueran un texto sagrado. En esta ocasión, sin embargo, se ha omitido que Munuera Montero hiciera constar que Bellingham le había dicho «fuck you» según su percepción.
Munuera Montero y el pecado de haber expulsado a Jude Bellinh
Este caso de la tarjeta roja a Bellingham ha provocado una campaña de acoso brutal del Real Madrid y el madridismo a Munuera Montero. Más allá de los insultos y amenazas que han recibido tanto el árbitro como su familia, la RFEF también ha abierto una investigación sobre el colegiado por un supuesto conflicto de intereses, el cual tiene fundamentos muy poco sólidos, que ha forzado que, por el momento, Munuera Montero no pueda arbitrar ni en la Liga, ni en la Europa League.