A Jude Bellingham no le ha salido gratis la celebración de los octavos de final contra Eslovaquia, pero sí más barata que al resto. Durante el partido se pudo ver claramente como el futbolista del Real Madrid celebró uno de los goles de Inglaterra poniéndose la mano en el paquete, en un gesto muy obsceno. Por esta acción, la UEFA ha condenado al jugador a pagar una multa de 30.000 euros, y cumplirá un partido de sanción, que no será de aplicación inmediata, sino durante el próximo año. Las reacciones no se han hecho esperar, y a través de las redes ha habido una lluvia de críticas por el trato de favor a Bellingham respecto a otros jugadores.
Demiral sí pero Bellingham no
Los aficionados no han tardado en señalar el trato diferencial que ha recibido Bellingham, respecto a otros jugadores sancionados por acciones antideportivas durante la Eurocopa, como es el caso de Merih Demiral, que unas horas que antes de que el jugador inglés ha podido saber que no podrá jugar los cuartos de final contra Países Bajos, y tampoco una hipotética semifinal, por su gesto con las manos relacionado con un movimiento de ultraderecha turco. Otro jugador que recibió también una sanción durante la fase de grupos fue Arlind Deku, que también se perdió dos partidos por cánticos nacionalistas en contra de Macedonia. Parece que el criterio de la UEFA es diferente ante infracciones relacionadas con motivos políticos y en el caso de Bellingham, al tratarse de un gesto grosero que incumple solo el código de conducta, la suspensión no se ejecutará inmediatamente y el jugador estará sujeto en un periodo de prueba de un año.
Sancionan a Bellingham cono un partido de suspensión, pero le dan 1 año para que elija en qué partido quiere cumplirla, miedo lo que puede jugar la Euro sin problema.
QUÉ COJONES SE ESTO 😂 https://t.co/854i0ch39l
— Universo FCBarcelona (@UNIVERSO_1899) July 5, 2024
La decisión ha favorecido claramente los intereses de Inglaterra, que no se podía permitir la baja de Bellingham para el partido decisivo de cuartos de final contra Suiza, eso sí, Bellingham tendrá que tener cuidado con sus gestos, porque tiene el ojo encima de la UEFA y en caso de repetido-se una acción similar, le comportaría una sanción inmediata.
