El Real Madrid está viviendo unos días muy complicados después de la goleada histórica que recibió por parte del eterno rival, el Atlético de Madrid, en el derbi madrileño. Así lo ha escenificado el mediocampista Federico Valverde en la rueda de prensa previa a la segunda jornada de la UEFA Champions League que los blancos disputarán este martes contra el Kairat Almaty, tras un viaje muy duro a Kazajistán. Aunque se ha cambiado de competición, la goleada en el Metropolitano ha seguido siendo uno de los temas del día y el uruguayo ha admitido el colapso en el vestuario: «Fueron dos días muy duros, muy jodidos por la derrota. Fue un golpe muy duro. Hablamos mucho, desde que estoy en el Madrid había pasado pocas veces, tantas conversaciones. Hay que cambiar lo antes posible. Hemos puesto énfasis en la actitud dentro del campo«.
Fede Valverde ha dejado claro que han sido días duros en el vestuario del Madrid
Por eso, de cara al partido contra el modesto equipo kazajo, Valverde cree que puede servir de motivación: «Se intentará cambiar eso del otro día, salir con otra actitud y ganar. Que sea una pequeña revancha para cambiar la dinámica«. Por otro lado, el mediocampista también ha hablado de manera personal, ya que es uno de los jugadores que más críticas ha recibido por su pobre rendimiento en los últimos enfrentamientos. El uruguayo ha reconocido que no lo está pasando del todo bien: «Estoy un poco frustrado. Soy consciente de cómo estoy jugando, soy el primero que sabe cuando las cosas no salen. El jugador sabe primero si hace un mal partido. Es verdad que había comenzado bien en el nuevo proyecto, en el Mundial, creo que allí jugué bien. Ahora me cuesta mucho más sentirme cómodo en el campo, seguiré trabajando«.

El internacional con Uruguay también ha hablado sobre la polémica surgida por su posición en el campo a partir de ahora. Con las lesiones de Dani Carvajal y Trent Alexander-Arnold, los dos laterales derechos que tiene Xabi Alonso en la plantilla, Valverde podría ser el elegido para ocupar esta demarcación, como ya ha hecho en el pasado, aunque ha vuelto a remarcar que no le gusta nada: «No nací para jugar de lateral, no crecí jugando allí. Fue un momento de emergencia. Poder hacerlo bien me llenó de orgullo, pero siempre tuve la duda de si esos partidos pudieron ser un poco de suerte, noches espontáneas. De lateral me sentí cómodo, siempre estoy a disposición, aprendo la nueva posición si es necesario. No me siento cómodo porque no crecí jugando allí. Me cuestan cosas, como cerrar atrás en defensa, pero intento mejorar«.