El Real Madrid ha pasado directamente al ataque. La entidad blanca ha enviado una carta a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), con copia al Consejo Superior de Deportes, donde solicita una reclamación formal tras la «grave actuación arbitral en el RCDE Stadium» el pasado sábado 1 de febrero. Todo esto llega después de la polémica generada en el partido contra el Real Club Deportivo Espanyol, donde ni el árbitro principal de campo, Muñiz Ruiz, ni el del VAR, Iglesias Villanueva, decidieron expulsar a Carlos Romero tras una grave entrada a Kylian Mbappé. Unos minutos después, el mismo jugador blanquiazul fue el autor del gol que certificó el triunfo del conjunto catalán.
El Madrid estalla contra la RFEF cargando contra los árbitros
En la carta, el club blanco asegura que los hechos ocurridos durante el duelo «han sobrepasado cualquier margen de error humano o de interpretación arbitral«, y representa la «culminación de un sistema arbitral completamente desacreditado«, donde las decisiones contra el Madrid han llegado «a un nivel de manipulación y adulteración de la competición que ya no puede ser ignorado«. Además de la falta de Romero a Mbappé y que no se hubiera expulsado al jugador, la entidad madrileña también se queja del gol anulado a Vinicius por una previa falta del delantero francés, asegurando que la falta la había recibido Mbappé, y no que la hubiera hecho él.

El Madrid recalca que «el escándalo generado ha tenido una vez más repercusión mundial, con la prensa internacional denunciando el uso sesgado del VAR en España y la falta de credibilidad del arbitraje español«. Por eso, exigen a la RFEF la entrega inmediata de los audios del VAR relativos a las dos jugadas clave que mencionan en la carta y arremeten directamente contra la Federación y el Comité Técnico de Árbitros (CTA), denunciando que «el sistema arbitral español está completamente viciado y estructuralmente diseñado para protegerse a sí mismo«, y asegurando que no sirve de nada poner a la nevera a los árbitros responsables del partido, ya que solo hace que confesar el grave error que cometieron.