El Real Madrid de Xabi Alonso ha debutado en la Copa con una victoria muy sufrida ante el Talavera CF, un equipo de dos categorías inferiores, de Primera RFEF (2-3). El conjunto blanco había tomado una buena ventaja en el marcador con un 0-2 en la primera parte, gracias a un gol de penalti de Kylian Mbappé que el árbitro regaló a los madrileños y, enseguida, otro en propia puerta de los locales. Los toledanos, sin embargo, no se rindieron y lograron acortar distancias en la segunda parte en hasta dos ocasiones, poniendo miedo al cuerpo de los blancos en los últimos minutos, pero finalmente el equipo madridista pudo avanzar de ronda, no sin sufrimiento y aumentando las dudas en el vestuario.
La crónica del Talavera 2-3 Madrid de Copa
Xabi Alonso puso sobre el terreno de juego un equipo muy competitivo, aferrándose a sus estrellas para evitar un posible nuevo desastre. Por eso, el técnico salió de inicio con jugadores como Kylian Mbappé o Arda Güler y el francés volvió a ser protagonista, ya que al final de la primera parte, aprovechó un nuevo penalti regalado al Madrid por parte del árbitro, considerando que se señalaron unas manos que venían de rebote y en esta ronda de la Copa todavía no hay VAR, para adelantar al conjunto blanco en el marcador. Unos minutos después, una nueva jugada del delantero provocó un gol en propia puerta que aumentó la distancia a favor de los madrileños.

En la reanudación, y a pesar del electrónico favorable, el entrenador quiso darle tranquilidad al partido con la entrada de otros futbolistas importantes, como Rodrygo Goes, Jude Bellingham o Aurelien Tchouameni, pero la jugada no le salió nada bien. El Talavera consiguió acortar distancias gracias a un buen gol y, a partir de ahí, vinieron los nervios del Madrid. Mbappé lo calmó todo marcando el tercero tras un error del portero local, pero cuando todo parecía decidido, el Talavera volvió a marcar en el tiempo añadido, aunque no sirvió de nada. Aun así, los blancos acabaron pidiendo la hora en la Copa contra un equipo de dos categorías menos, lo que demuestra que este Madrid de Alonso no acaba de funcionar.

