A pesar de que el Fútbol Club Barcelona y el Real Madrid tienen un compromiso con la UEFA Champions League entre semana, el clásico entre los dos equipos que se disputa el próximo fin de semana ya marca la actualidad del deporte. El domingo 26 jugarán por primera vez esta temporada los dos eternos rivales y el ambiente está cada vez más caldeado. Después de que la temporada pasada el Barça de Hansi Flick ganara absolutamente todos los clásicos al Madrid, algo que nunca había pasado, los merengues tienen muchas ganas de revancha. La central lechera ya ha activado toda la maquinaria para minar a los blaugranas y los culés, que ya están moscas, se han enfadado aún más tras los partidos de Liga de la última jornada.
Los árbitros, en el punto de mira antes del clásico
Y es que tanto en la victoria del Barça sobre el Girona como en la del Madrid sobre el Getafe, ambas agónicas, ha habido decisiones polémicas de los colegiados. En el caso culé, en la recta final del duelo y antes de que Ronald Araujo decidiera con un gol en el último minuto, el conjunto blaugrana vio cómo le anulaban un gol de Pau Cubarsí. Fue por una falta previa que generó mucho debate. Pero fue peor aún lo que pasó con Flick, que acabó expulsado por una doble tarjeta amarilla. La segunda, muy polémica, por un gesto que el árbitro Gil Manzano entendió como una protesta hacia él. El técnico alemán, enfurecido, celebró la victoria con una peineta. No podrá estar en el banquillo durante el clásico.
En cambio, en el Getafe-Madrid los pequeños detalles arbitrales cayeron todos del lado merengue. El conjunto local vio cómo le expulsaban a dos jugadores por decisiones muy rigurosas. La primera, un golpe de Allan Nyom sobre Vinicius Jr., ya fue muy protestada. Pero es que la segunda fue aún más polémica, ya que Álex Sancris vio la segunda amarilla por una entrada donde el mismo Vinicius puso más pan que queso. Con todo, muchos culés ya prevén que será un clásico caliente, donde muchas miradas estarán puestas sobre los árbitros.
