Había quienes no terminaban de entender por qué los árbitros de la Liga no se atrevían a expulsar a Vinicius Jr. ante sus continuadas faltas de respeto y agresiones a rivales, Jude Bellingham por sus insultos a los mismos colegiados u otros jugadores del Real Madrid. El caso de Munuera Montero ha servido como respuesta perfecta. Después de haber expulsado a Bellingham por su enésima insolencia en inglés -da igual si dijo fuck you o fuck off, ambos son un agravio hacia el árbitro-, el colegiado madrileño ha probado en su piel lo que es recibir toda la furia del madridismo encima. Insultos y amenazas, tanto a él como a su familia, la presión de toda la prensa de Madrid e incluso una investigación por un supuesto conflicto de intereses le han caído encima. Una investigación que, por cierto, se cerró en poco más de 24h por lo absurdo de lo que se le acusaba, pero, en cualquier caso, él ya ha quedado calumniado y con la etiqueta colgada de por vida.
Cualquiera tendría miedo de expulsar a un jugador del Madrid
Y es que el caso de Munuera Montero no es una excepción. Los árbitros lo saben muy bien y por eso se lo piensan una, dos o tres veces antes de expulsar a un jugador del Real Madrid. El catalán Xavier Estrada Fernández, actualmente concejal de Deportes de la Paeria de Lleida por Esquerra Republicana de Catalunya, fue el primer árbitro que expulsó a Cristiano Ronaldo en la Liga. Fue en un partido contra el Almería por doble tarjeta amarilla. La primera, por quitarse la camiseta al celebrar un gol. La segunda, por una falta clara por detrás a un rival. Aunque la expulsión fue justa, el madridismo le lanzó toda la caballería encima a Estrada Fernández, hasta el punto de que el colegiado catalán estuvo dos años sin dirigir ningún partido del Real Madrid. El árbitro leridano lo ha recordado en varias ocasiones: «El revuelo que se generó fue brutal. El Comité Técnico de Árbitros me castigó para protegerse de los ataques del Madrid».

Aún más grave fue el caso del valenciano Miguel Ángel Ayza Gámez por unos hechos casi idénticos. Corría el año 2014 y, en un partido del Real Madrid contra el Athletic Club en San Mamés que los blancos iban perdiendo, Cristiano Ronaldo perdió la cabeza. El delantero portugués, durante una trifulca con jugadores vascos, tiró del pelo a un rival y arañó la cara de otro. Ayza Gámez no tuvo más remedio que expulsarlo con una tarjeta roja directa, por la cual le cayeron tres partidos de suspensión. El Madrid, obviamente, no lo toleró nada bien y activó toda su maquinaria contra el colegiado valenciano. Al final de ese curso, el CTA descendió a Ayza Gámez a la Segunda División, lo que acabaría provocando que el árbitro se retirase y no volviera a dirigir un partido nunca más.

La lista de árbitros castigados por expulsar jugadores del Madrid es muy larga
Estos son los casos más significativos, pero la lista es muy larga. Tenemos otro ejemplo con Cristiano Ronaldo, cuando el colegiado vasco Ricardo de Burgos Bengoetxea lo expulsó en el año 2017 por haberlo agredido y estuvo ocho meses sin arbitrar un partido del Real Madrid. Recientemente, hubo un caso muy sonado con Vinicius, cuando fue expulsado en Mestalla por haber cometido una agresión y seis árbitros de VAR fueron destituidos por el CTA. Por lo tanto, el caso de Munuera Montero es solo una repetición de unos hechos que se han vivido en muchas ocasiones. El Madrid no presiona por presionar, ni se queja por quejarse. Cuando el club blanco señala a un árbitro, este sabe que su carrera está en juego. No hay ningún otro equipo en la Liga que tenga este poder. Así es mucho más fácil entender las decisiones que toman algunos colegiados cuando les toca enfrentarse a la bestia blanca de Florentino y compañía.