El Real Madrid lo ha vuelto a hacer. El conjunto blanco ha eliminado al Atlético de Madrid en los octavos de final de la UEFA Champions League y se ha clasificado para los cuartos de la máxima competición continental (1-0, 2-4 en los penaltis). Los colchoneros se adelantaron antes de que se disputara el primer minuto del enfrentamiento para empatar una eliminatoria que terminó decidiéndose en una tanda de penaltis muy polémica. Los de Carlo Ancelotti fueron inferiores a los del Cholo Simeone, pero como han hecho en ediciones anteriores, terminaron celebrando la clasificación en el terreno de juego ante los lamentos de los jugadores del Atlético y de los aficionados del Metropolitano. Ahora, el Madrid se enfrentará al Arsenal en los cuartos por un lugar en las semifinales.
La crónica del Atlético de Madrid 1-0 Real Madrid (2-4 en los penaltis)
El Madrid comenzó el partido de la peor forma posible: con un gol en contra cuando no habían pasado ni 30 segundos del silbato inicial. El Atlético de Madrid, en su primer ataque, se adentró en el área y Connor Gallagher cazó un rebote en el área pequeña para abrir la lata y empatar la eliminatoria. El Metropolitano estalló de euforia ante la incredulidad de los jugadores blancos, que se vieron superados al empezar. Con el primer objetivo logrado, los colchoneros se echaron atrás, se pusieron a defender y le regalaron el balón al Madrid, aunque los de Ancelotti fueron incapaces de crear peligro y los de Simeone esperaron recuperar el balón para salir al contraataque. Vinicius pidió penalti en una acción donde el esférico tocó en la mano de Giuliano, el hijo del técnico argentino, pero ni el árbitro ni el VAR vieron que fuera punible. A partir de ahí, Thibaut Courtois salvó a su equipo en un par de ocasiones, deteniendo los remates de Julián Álvarez con grandes intervenciones. La primera parte terminó jugándose como quiso el Atlético, con los blancos lejos de la portería de Jan Oblak.
En la reanudación, mismos protagonistas: Álvarez comenzó la segunda mitad con un tiro potente desde la frontal que Courtois tuvo que desviar. Los colchoneros continuaron con su plan de partido, buscando el segundo gol, mientras que el Madrid tuvo que defenderse más de lo que hubiera querido y sin crear ocasiones en el área contraria. A pesar de que los blancos comenzaron a arrinconar al Atlético en su propio campo, la línea defensiva local se mostró muy firme y no dio muchas opciones a los de Ancelotti… Hasta que le llegó a Kylian Mbappé. El delantero francés recibió en el espacio, arrancó el motor y Clement Lenglet tuvo que derribarlo dentro del área para evitar que la cosa fuera a más, cometiendo un penalti. Sin embargo, los gritos del Metropolitano surtieron efecto y Vinicius envió el balón a las nubes desde la pena máxima, desperdiciando la oportunidad de volver a poner al Madrid por delante en la eliminatoria. Los últimos minutos fueron un despropósito de ambos equipos, muy cansados, y el balón fue de un lado a otro hasta que el duelo se fue a la prórroga.
En el tiempo suplementario, el Atlético volvió a tener más ocasiones con Alexander Sorloth siendo la referencia arriba, pero el delantero noruego no estuvo del todo acertado de cara a portería, mientras que los blancos continuaron con su ineficacia en ataque. En el segundo tiempo de la prórroga, fue el Madrid quien llegó más, aunque no puso en problemas a Oblak, muy cómodo bajo palos, y el partido se decantó hacia una tanda de penaltis que terminó siendo muy polémica. El VAR anuló el gol de Julián Álvarez porque, presuntamente, el argentino había tocado dos veces el balón al lanzar el penalti, hecho que lo invalidó, aunque no se vio del todo bien. Finalmente, y tras errores por parte de Lucas Vázquez por parte del Madrid y Marcos Llorente por parte del Atlético, Antonio Rüdiger marcó la pena máxima definitiva para clasificar al conjunto blanco para los cuartos de final de la Champions.
