El Real Madrid ha quedado eliminado de la UEFA Champions League. El conjunto merengue se ha quedado muy lejos de la remontada contra el Arsenal en el Santiago Bernabéu. Tan lejos, de hecho, que los londinenses también han ganado el partido de vuelta en el feudo blanco y el resultado global de la eliminatoria ha sido de 5-1 favorable a los ingleses. En la prensa española ya se ha elegido a un culpable de esta derrota y es Carlo Ancelotti, entrenador merengue, y piden su cabeza. No obstante, los jugadores también tienen una gran parte de responsabilidad. Estrellas como Vinicius Jr., Kylian Mbappé o Jude Bellingham han estado totalmente desaparecidos durante toda la eliminatoria. Cuando todo falla, hay que señalar más arriba y, aunque en Madrid esto no se diga, quien realmente queda retratado es el presidente, Florentino Pérez.
Florentino Pérez, el gran señalado de la derrota del Madrid
El máximo dirigente merengue tenía el sueño de fichar a Mbappé desde 2017. Después de varios veranos de culebrón, con algunos ridículos incluidos, este pasado verano lo logró. El Madrid venía de ganar la Liga y la Champions, así que la llegada del astro francés parecía que debía catapultar al equipo a una era dorada sin precedentes. En vez de eso, Mbappé solo ha traído desequilibrio al Madrid. Él juega peor que en el París Saint-Germain y Vinicius y Bellingham también juegan peor con él al lado. La confección de la plantilla ha sido un auténtico desastre, con una acumulación desproporcionada de jugadores ofensivos y graves carencias en posiciones como el centro del campo, los laterales o los centrales.

Además, Florentino ha continuado confiando en un Ancelotti que, si bien es cierto que ha dado Champions al Madrid, nunca lo ha hecho con buen juego. Una vez que la mística del Bernabéu en Europa ha terminado, se han visto todas las vergüenzas de un equipo que nunca ha jugado a nada. Por lo tanto, Florentino Pérez se convierte así en el gran señalado del Madrid. Ahora tendrá la oportunidad de cambiar de entrenador, ya que la cabeza de Ancelotti ya está sentenciada, y tendrá que elegir si da poder a un técnico con personalidad y capacidad de tomar decisiones independientes, algo que no le gusta nada, pero podría ser la manera de ganar, o si sigue eligiendo títeres que le obedezcan ciegamente.


