El Fútbol Club Barcelona ha conquistado la Copa en una final de alto voltaje contra el eterno rival, el Real Madrid. Los blaugranas impusieron su juego desde el primer momento y se adelantaron con claridad en el marcador. Aunque en la segunda parte los merengues reaccionaron y dieron la vuelta al resultado, el Barça empató in extremis y, ya en la prórroga, Jules Koundé marcó el gol definitivo que certificó la victoria catalana. El Madrid demostró por primera vez esta temporada que puede generar peligro real contra el Barça. Pero, más allá del fútbol, el club blanco había intoxicado toda la previa con una campaña de presión vergonzosa sobre los árbitros. Por eso, Florentino Pérez queda señalado como el gran derrotado de la final.
Florentino Pérez, el gran señalado de esta final de Copa
La imagen del Madrid durante las horas previas al partido fue lamentable, convirtiéndose en la vergüenza del fútbol internacional. Primero, con un nuevo vídeo de acoso a los colegiados desde su televisión oficial. Después, cuando los árbitros denunciaron la presión pública, el club de Chamartín plantó a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en los actos de la previa e incluso amenazó con no disputar la final. Florentino Pérez elevó su estrategia de coacción hasta límites insospechados, retratándose a ojos del mundo como un presidente obsesionado por controlar el fútbol a su gusto, por encima de cualquier regla o principio. La actitud fue tan descarada que incluso la prensa madrileña lo acabó señalando.
Cuando llegó la hora de la verdad, sin embargo, el Barça hizo hablar al fútbol. El Madrid parecía superado mentalmente por el ruido de la previa, aturdido durante la primera mitad, incapaz de seguir el ritmo de los blaugranas. En la segunda mitad, sin embargo, los blancos consiguieron poner las cosas difíciles cuando se pusieron a jugar al fútbol y dejaron de lado aspectos extradeportivos. Eso sí, contaron con ayudas arbitrales escandalosas, a las que el Barça terminó sobreponiéndose para remontar el duelo. Al terminar el partido, impulsados por la frustración, varios jugadores madridistas intentaron agredir al árbitro, actuando como soldados de su presidente. Esta campaña contra los colegiados ha dejado al Real Madrid señalado y, sobre todo, a Florentino Pérez.
