Szymon Marciniak y Tomasz Listkiewicz han perpetrado un espectáculo dantesco en el Estadio Santiago Bernabéu en la vuelta de las semifinales de la UEFA Champions League. El primero, árbitro principal del partido entre el Real Madrid y el Bayern de Múnich, ha anulado un gol de los alemanes en el último minuto del duelo después de hacer caso al segundo, linier, que ha levantado el banderín para señalar un fuera de juego que en ningún caso era claro. La acción ha quedado invalidada justo antes de que Matthijs de Ligt anotara la diana del empate, así que el VAR ya no ha podido entrar para corregir esta extraña decisión arbitral. Desde que se aplica el sistema de videoarbitraje, los colegiados siempre dejan acabar las jugadas para evitar que acontezcan situaciones como esta. Esta vez, sin embargo, no ha sido así.
Los árbitros se disculpan, pero el Madrid ya está en la final de la Champions
Desde Alemania no se ha dudado en calificar este sainete de «escándalo». Los medios deportivos de todo el mundo no se pueden creer que un error arbitral tan grave haya favorecido al Madrid y haya permitido la clasificación de los merengues para la final de la Champions. De hecho, el caso ha sido tan flagrante que incluso los árbitros Marciniak y Listkiewicz han hecho una cosa que un árbitro no hace casi nunca: reconocer un error. Después del partido, el mismo De Ligt, autor del gol anulado, lo ha explicado: «El árbitro asistente me ha pedido disculpas y ha dicho que había cometido un error».

Del mismo modo, Thomas Tuchel, entrenador del Bayern de Múnich, ha confirmado que los colegiados han reconocido su grave error: «Nos han pedido perdón, pero esto no ayuda. En un partido de esta categoría, subir la bandera en una decisión como esta en el último momento… y el árbitro pitando… es una mala decisión y va en contra de las reglas. Un desastre».