El Espanyol ha vivido una semana agitada tras la eliminación de la Copa del Rey en el campo del Barbastro, equipo de Segunda Federación. Esta derrota ha puesto en duda el papel de los jugadores menos habituales, y el entrenador, Manolo González, no ha escatimado palabras para criticarlos. «Las oportunidades en la vida son para ganarte las cosas. Si en Barbastro no eres capaz de ganar, después no vengas a quejarte», declaró con contundencia en rueda de prensa.
Los blanquiazules, que ahora son antepenúltimos en la Liga EA Sports con solo 13 puntos, comparten posición con su próximo rival, el Getafe, aunque los madrileños tienen un partido más jugado. El duelo, previsto para el lunes en el Coliseum Alfonso Pérez, es una oportunidad clave para revertir una dinámica preocupante, especialmente en los partidos fuera de casa, donde solo han sumado un punto de los 21 posibles.
«Estoy harto de regalar minutos. El rendimiento debe mejorar», añadió González, quien reconoció estar «tocado» por la derrota copera, pero destacó el buen partido del equipo contra el Celta la jornada anterior. «Nuestro objetivo es recuperar el espíritu competitivo. Ganar en Getafe nos daría un plus moral muy importante», señaló.

La baja de Calero y las dudas del mercado de invierno
Una de las novedades en el entrenamiento ha sido el regreso del central Fernando Calero tras más de dos meses lesionado. Aun así, el técnico ha confirmado que no estará disponible para el duelo contra el Getafe. «Para el lunes no llega, el objetivo es que esté para el partido contra el Osasuna», explicó.
Por otro lado, Manolo González también ha sido claro sobre la falta de movimientos en el mercado de invierno. Después de que el director financiero, Joan Fitó, asegurara que no habrá incorporaciones, el técnico se mostró resignado: «No es un tema que pueda controlar. Si no hay dinero para invertir, nos tenemos que centrar en trabajar con lo que tenemos».
Un vestuario en tensión pero con momentos de complicidad
A pesar de las críticas públicas, el entrenamiento de este sábado ha mostrado una buena química entre los jugadores. Con anécdotas como el salto arriesgado de Naci Ünüvar sobre Král, que ha generado algún susto, el grupo intenta mantener el ánimo para afrontar un duelo vital. No obstante, la presión interna para enderezar el rumbo es evidente, y la necesidad de sumar puntos no deja margen de error.
El partido contra el Getafe se presenta como una prueba de fuego para un Espanyol que lucha por no hundirse aún más en la clasificación. Manolo González tiene claro que el reto es inmenso, pero confía en que una victoria pueda ser el inicio de una esperada remontada.
