El Real Club Deportivo Espanyol puede respirar tranquilo. El Comité de Disciplina de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha hecho pública su decisión en relación con los incidentes producidos durante el partido entre el Espanyol y el Betis en el RCDE Stadium del pasado fin de semana, y finalmente la sanción será leve: una multa económica sin cierre del campo. Esto significa que el derbi contra el Fútbol Club Barcelona se podrá jugar con normalidad, es decir, con público en las gradas.
Multa menor por el lanzamiento de encendedores en el Espanyol-Betis
Los hechos conflictivos se produjeron en el tramo final del duelo frente al Betis, cuando se lanzaron tres encendedores desde la grada local en dirección a la portería defendida por Adrián. Ninguno de los objetos impactó en el portero bético, y el árbitro, Guillermo Cuadra Fernández, solo interrumpió brevemente el juego para avisar al delegado de campo y activar el protocolo de seguridad. Aunque el incidente quedó recogido en el acta arbitral y se desplegó el protocolo antiviolencia, la actitud posterior responsable del público, las alertas en las pantallas gigantes y el hecho de que el partido pudiera acabar con normalidad han jugado a favor del club blanquiazul. Así, el Espanyol ha sido sancionado con una multa económica menor, evitando un cierre parcial o total de su estadio.
Cabe recordar que el RCDE Stadium ya se encontraba apercibido de sanción a raíz de un incidente similar en la primera vuelta del campeonato, cuando durante un partido contra el Villarreal un vaso fue lanzado desde la grada y impactó cerca del árbitro Alejandro Quintero González. En aquella ocasión, la sanción fue de 3.000 euros y un aviso de clausura en caso de reincidencia. Con este precedente, se temía que la reincidencia pudiera implicar una sanción más severa. No ha sido así, y el derbi entre Espanyol y Barça se podrá disputar con normalidad y con las gradas llenas, en uno de los partidos más esperados de la temporada en Cornellà-El Prat.
