El Real Club Deportivo Espanyol de Barcelona se impuso este domingo al Atlético de Madrid en su debut oficial en la Liga. En un partido que parecía bastante aburrido y donde solo destacaba la gran actuación de Julián Álvarez, quien estuvo a punto de dar los 3 puntos a los colchoneros con una genialidad que vale el precio de una entrada, el conjunto dirigido por Manolo González logró darle la vuelta al marcador en la segunda parte gracias a 15 minutos auténticamente alocados. Inmersos en un tramo de inspiración divina, de esos que se presentan poco a menudo y que hay que aprovechar, Miguel Rubio y Pere Milla, entrando ambos desde el banquillo, marcaron los dos goles locales en los únicos dos disparos a puerta que hicieron los pericos en toda la segunda mitad. La efectividad letal de los blanquiazules provocó el éxtasis en un RCDE Stadium que vivió una remontada mágica que vale 3 puntos de oro para iniciar la temporada.
La crónica del Espanyol-Atlético de Madrid (2-1)
Manolo González apostó este domingo por un once sin grandes sorpresas, donde la principal incógnita era saber quién acompañaría a Leandro Cabrera en el centro de la defensa. Aunque Calero fue inicialmente el elegido, finalmente el protagonismo acabaría recayendo en la figura de Miguel Rubio. En una primera parte con pocas ocasiones y donde el Espanyol fue claramente de más a menos, el Atlético de Madrid se fue haciendo poco a poco con el control del partido.
La primera ocasión de peligro llegó con un remate de cabeza a la salida de un córner en el minuto 15, cuando el central visitante Hancko, una de las hasta 5 caras nuevas que presentaba Simeone en su once, provocó la primera parada del también debutante Dmitrovic. La reacción de los pericos no se hizo esperar. 2 minutos después, Roberto intentó sorprender a Oblak con un tiro seco y lejano, pero el portero esloveno lo rechazó con los puños. A pesar del dominio del Atlético de Madrid, los visitantes siempre estuvieron en las antípodas de lo que podría considerarse una fiesta ofensiva. El único que estuvo por la labor fue Julián Álvarez. El delantero argentino realizó dos buenas acciones individuales poco antes de la media hora de juego, pero sus definiciones débiles y tímidas acabaron sin dificultad en las manos del portero local.
Visto con perspectiva, todo parece como si ‘la araña’ solo estuviera calibrando la maquinaria para fabricar la obra de arte que estaba por llegar. Corría el minuto 37 de partido cuando Julián Álvarez marcó un auténtico golazo de falta directa; de esos que se recuerdan durante años. A la tercera fue la vencida para el argentino, que con pierna derecha, y desde varios metros más allá de la frontal del área rival, teledirigió un balón a la escuadra derecha de la portería de un Dmitrovic que solo pudo aumentar la belleza y plasticidad del gol con su estirada. Hoy todavía es difícil entender que el argentino no haya estado entre los 30 finalistas al balón de oro. El golazo de Julián dejó petrificado a un Espanyol que no solo se estaba mostrando sin capacidad de reacción, sino que apenas podía llegar con el balón al campo contrario.

La segunda parte se inició con una doble sustitución por parte de ambos equipos. Viendo la situación, Manolo González dio un paso adelante; sustituyendo a Jofre y Terrats para dar entrada a dos debutantes con clara vocación ofensiva como son Thyrhys Dolan y Kike García. Para intentar contrarrestar toda reacción posible, Simeone introdujo dos modificaciones que buscaban claramente defenderse con el balón. El técnico argentino sustituyó a dos jugadores acostumbrados a hacer el ‘trabajo sucio’: Cardoso, que tenía tarjeta amarilla, y Gallagher, a quien muy pocos esperaban en el once inicial, dejaron su lugar a dos de los jugadores con mejor trato del balón del equipo madrileño como son Barrios y Koke. Aunque inicialmente parecía que el Cholo había acertado, finalmente la jugada no le pudo salir peor.

Mientras tanto, Julián Álvarez seguía haciendo de las suyas. Poco antes de la hora de juego, el poste derecho de la portería de Dmitrovic evitó la segunda obra de arte del argentino. El exdelantero del Manchester City estuvo a punto de marcar el segundo gol del partido con una gran acción individual que se topó con el palo tras haber dejado por tierra a Leandro Cabrera con un recorte dentro del área. A pesar de la derrota final de su equipo, el jugador colchonero fue con mucha diferencia el mejor jugador del partido.
Los cambios de Manolo González, claves en la remontada del Espanyol
Quien sí acertó de lleno con sus cambios fue Manolo González. El entrenador del Espanyol dio entrada en el tramo final de la segunda parte a los dos jugadores que acabarían protagonizando la remontada perica. Miguel Rubio, que hacía solo 6 minutos que había debutado oficialmente, entró solo a la espalda de un frío Raspadori para poder aprovechar un centro muy lejano de Edu Expósito para situar, en el minuto 73 y con un remate de puntera, el empate en el marcador. La locura se desató por completo en el RCDE Stadium a 5 minutos del final, cuando Pere Milla marcó un auténtico golazo para culminar la remontada blanquiazul.

El delantero leridano, que solo llevaba 9 minutos en el campo, aprovechó un gran centro de Omar El Hilali desde la banda derecha para superar a Oblak con un espectacular y dificilísimo remate de cabeza. Un gol que podría haber firmado el mismo Zlatan Ibrahimović; saltando desde muy lejos y en dirección inversa a la portería. Con el silbato final, el Espanyol certificó una victoria de prestigio que da alas a unos pericos que sueñan con poder hacer una gran temporada. El conjunto de Manolo González visitará el próximo domingo a la Real Sociedad con la intención de seguir sumando.