El Santiago Bernabéu ha vivido un duelo intenso entre dos equipos que han llegado a la cita en la parte alta de la clasificación. El Real Madrid, con pleno de victorias, y un RCD Espanyol ilusionado que soñaba con asaltar el liderato. Los primeros minutos reflejaron este escenario: los blancos impusieron la posesión y los blanquiazules respondieron con transiciones rápidas y criterio, poniendo a prueba la seguridad de Courtois. La igualdad se mantuvo hasta que Éder Militao decidió desequilibrar el guion con un cañonazo desde la frontal en el minuto 22 sorprendió a Dmitrović y encaminó el triunfo local.
El conjunto de Manolo González no se arrugó a pesar del golpe y rozó el empate antes del descanso con una llegada de Calero, mientras que Mbappé desaprovechó una clara ocasión servida por Vinicius. La reanudación, sin embargo, fue letal para los intereses pericos. Justo al comienzo de la segunda mitad, el delantero francés sacó un potente disparo desde fuera del área que superó al portero y estableció el 2-0. El Madrid convirtió en oro sus dos grandes llegadas, dejando al Espanyol sin premio a pesar del buen trabajo colectivo y el coraje mostrado.
Reacción perica sin premio
Con el marcador desfavorable, el Espanyol movió el banquillo buscando energía e ideas en ataque, pero la muralla blanca resistió sin sufrir excesivamente. Vinicius incluso estuvo a punto de ampliar la diferencia con un disparo al palo. El tramo final del partido sirvió para que el público del Bernabéu celebrara el retorno de Bellingham y Camavinga, en un ambiente ya de victoria asegurada. El Madrid continuó su camino inmaculado en LaLiga, mientras que el Espanyol, a pesar de perder la condición de invicto, demostró que su presencia en la parte alta de la tabla no es casualidad.
