El Espanyol acaba de protagonizar una de las noches más memorables de la temporada con una victoria por 1-0 contra el Real Madrid, que le permite salir de la zona de descenso y pone en peligro el liderazgo blanco. El RCDE Stadium, lleno a rebosar con 33.669 espectadores, ha vivido una auténtica fiesta gracias a un gol agonizante de Carlos Romero en el minuto 85. El equipo de Manolo González confirma así su progresión con cuatro partidos consecutivos sin perder y da un golpe de efecto en la Liga.
El duelo ha comenzado con un Espanyol valiente y ordenado, consciente de la dificultad del reto, pero dispuesto a aprovechar las debilidades de un Madrid que se rompe demasiado en defensa. Manolo González ha dispuesto un 4-5-1 que ha complicado la circulación de balón de los blancos y ha permitido a los pericos crear peligro en transiciones rápidas. De hecho, las primeras advertencias han sido locales: un tiro desviado de Javi Puado a los 23 segundos y una buena acción individual de Jofre han hecho intervenir a Courtois.
El Madrid ha intentado imponer su ritmo, pero sin brillo. La lesión prematura de Rüdiger, sustituido por Raúl Asencio, ha trastocado los planes de Ancelotti. A pesar de tener la posesión, los blancos no han encontrado huecos en la defensa perica y solo han inquietado a Joan García con un disparo lejano de Bellingham. El mayor peligro lo ha traído Vinicius, que vio como se le anulaba un gol por una falta previa de Mbappé sobre Pol Lozano.
En la reanudación, el guion se ha mantenido. El Espanyol ha resistido los intentos blancos con una defensa sólida y un portero inconmensurable, que ha desbaratado dos ocasiones clarísimas de Rodrygo y Mbappé. Pero cuando parecía que el Madrid acabaría imponiendo su ley, llegó el estallido final: un contraataque conducido por Antoniu Roca permitió a Omar El Hilali poner un centro milimétrico para que Carlos Romero, con un remate impecable, perforara la portería de Courtois.
El RCDE Stadium estalló en una celebración histórica mientras los jugadores del Madrid se quedaban helados. Los de Manolo aguantaron con todo hasta el silbato final y certificaron una victoria que puede cambiar el rumbo de su temporada. Ahora, con la moral por las nubes, el reto será dar continuidad a este momento mágico y certificar la permanencia. Por su parte, el Madrid no solo cede el liderazgo, sino que sale de Cornellà con una lesión preocupante de Rüdiger y muchas dudas en su juego. La Liga está más viva que nunca, y el Espanyol lo ha dejado claro: nadie está a salvo antes de jugar en Cornellà.
