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Sara Sorribes pausa su carrera para cuidar su salud mental

La tenista Sara Sorribes ha dicho basta. Con una carta publicada en las redes sociales escrita de puño y letra, la castellonense, de 28 años, ha decidido detener su carrera para cuidar su salud mental. La jugadora de la Vall d’Uixó ha reconocido abiertamente que sufre desde hace meses dentro de una pista de tenis y que ha perdido la ilusión por entrenar, mejorar e incluso ir a los torneos. Sorribes ha tomado esta decisión unos meses después de uno de los puntos más álgidos de su carrera, ya que en los Juegos Olímpicos de París del verano pasado, ganó la medalla de bronce en el torneo de dobles femenino, junto con Cristina Bucsa.

Sara Sorribes decide detenerse para tratar su salud mental

La castellonense ocupa actualmente la 85ª posición en el ranking de la WTA en el apartado individual, mientras que en el de dobles se encuentra en el puesto 40. Esto cambiará mucho tras la dura decisión que ha tomado, ya que estará un tiempo alejada de las pistas de tenis, y está por ver si esta pausa será temporal o definitiva. Teniendo en cuenta que tiene 28 años, todavía podría estar algunas temporadas más, pero el tiempo dirá si se ve en condiciones de continuar jugando al máximo nivel y si puede superar sus problemas de salud mental.

El comunicado de Sorribes ha sido el siguiente: «Hola a todos. Quería explicaros que he decidido tomarme un tiempo. Un tiempo para mí, para mi cabeza y para mi cuerpo. Sufro desde hace muchos meses dentro de una pista de tenis. La Sara alegre y feliz que se ve fuera de la pista no es, ni mucho menos, la realidad de todo lo que llevo dentro. He perdido la ilusión por entrenar, por mejorar e incluso por ir a los torneos. Los momentos de sufrimiento son muchísimos más que los de tranquilidad. Lo dice una persona que siempre le ha encantado trabajar, mejorar y competir. Por eso, además de necesitar ayuda, siento que necesito parar/descansar. No sé si definitivamente o temporalmente. Quiero ser coherente y consecuente con lo que mi cuerpo siente. Nos vemos, Sara».



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