Carlos Alcaraz ha hecho historia en Wimbledon llevándose su segundo Grand Slam con tan solo veinte años, el primero sobre hierba y contra el rey del césped: Novak Djokovic (1-6, 7-6, 6-1, 3-6, 6-4). El tenista murciano se ha llevado la final del gran torneo de hierba, haciendo un golpe sobre la mesa y coronándose cómo el mejor tenista del mundo en la catedral de dicho deporte y ante todo un emblema.
El primero set ha sido totalmente dominado por el serbio. La figura de Djokovic ha empequeñecido la de Alcaraz, sin confianza y con dudas. Parecía la peor manera posible de empezar, pero el segundo set ha sido mucho más parecido y el tenista murciano ha igualado el partido después de ganar el
Una carrera corta, pero meteórica
El joven murciano, nacido en la localidad del Palmar, ya dispone de 12 títulos ATP en sus vitrinas, donde destaca el US Open, el Grand Slam de los Estados Unidos, que ganó en la última edición de la competición después de imponerse a la final al noruego Casper Ruud. Este hecho dinamitó la trayectoria del jugador de veinte años, que se posicionó en el número 1 del ranking mundial de la ATP. Así pues, ya tiene 2 Grand Slams (US Open y Wimbledon), 4 Masters 1.000 (Miami, Madrid x2 e Indian Wells), 4 Masters 500 (Río de Janeiro, Barcelona x2 y Queen’s) y 2 Masters 250 (Umag y Argentina).
Asumir la grandeza en los torneos de Grand Slam es un peso psicológico al alcance de los más fuertes. En una época dorada para el tenis masculino, Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic lo han conseguido constantemente. Si llegar era complicado y mantenerse todavía más, lo lograron desde el inicio. Este es, a partir de ahora, el reto del joven Carlos Alcaraz, que con solamente veinte años ya ha sido campeón en Nueva York y en Londres. Sin duda, un ritmo que se equipara al firmado por las leyendas suiza, española y serbia, y que consolida su figura como el claro candidato a reinar durante la próxima década.