Max Verstappen, para no perder la tradición, se acerca a una velocidad intimidante hacia el título del Mundial de Fórmula 1. El piloto de Red Bull se ha coronado, este fin de semana, como el rey en el GP de Bélgica, en el circuito de Spa-Francorchamps. Con esta victoria, el neerlandés suma una impresionante marca de ocho triunfos consecutivos y diez en total, consolidando su dominio en el campeonato. Y es que a pesar de salir desde la 6ª plaza a causa de una penalización, Verstappen ha demostrado, una vez más, su superioridad en pista. Después de 17 vueltas, ha superado su compañero de escudería, Sergio ‘Checo’ Pérez, hasta situarse al frente de la carrera con una maniobra espectacular en la recta de Kemmel con la ayuda del DRS.
Con una ventaja de 125 puntos sobre Pérez en la clasificación general, Verstappen prácticamente tiene el campeonato en sus manos con cinco carreras de ventaja sobre el mexicano. Su consistencia y destreza al volante le convierten en virtual y sólido candidato para conseguir el título de tricampeón Mundial, llegando al segundo tramo del campeonato con la certeza de ser el líder indiscutible de la F1 actual.
Además del éxito de Verstappen, cabe destacar las actuaciones de otros pilotos. Carlos Sainz ha sufrido un desafortunado abandono después de un toque con Oscar Piastri. De hecho, ha sido en la salida cuando Sainz y Piastri se han tocado, hecho que ha acabado provocando varios cambios de posiciones. Por otro lado, Fernando Alonso ha demostrado su habilidad al volante consiguiendo una destacable 5ª posición con un Aston Martin que no se encuentra en su mejor estado de forma. Así pues, el piloto asturiano ha recuperado buenas sensaciones con un meritorio quinto lugar, por detrás de Hamilton.
Viendo que ningún rival es capaz de poder hacer frente a la formidable superioridad de Verstappen, y con 10 carreras restantes en el calendario, todo el mundo está expectante para ver si alguien puede parar la hegemonía del neerlandés. Si no es así, es evidente que Max dejará un récord impresionante para la posteridad en un campeonato de Fórmula 1 que ha perdido emoción, pero que permite disfrutar del rey del circuito, dejando clara su ambición y determinación para conquistar el máximo de campeonatos y alzarse entre los mejores pilotos de la historia.