Marc Márquez ha vuelto a demostrar por qué es uno de los grandes del motociclismo con una victoria histórica al Gran Premio de Aragón, que pone fin a una sequía de 1043 días. Después de tres años llenos de dificultades por las lesiones y el rendimiento de su antigua Honda, el piloto de Cervera ha logrado su primera victoria con Ducati, consolidándose como un referente indiscutible a MotoGP.
La carrera, disputada al circuito de MotorLand, ha sido una auténtica montaña rusa de emociones. Márquez ha hecho una salida impecable, situándose al frente desde los primeros instantes y manteniendo un ritmo imparable. A su detrás, Jorge Martín ha luchado para mantenerse en la carrera, mientras que Pecco Bagnaia no conseguía encontrar el ritmo, cayendo rápidamente hasta la séptima posición. Las esperanzas del piloto italiano se han visto completamente desvanecidas a falta de seis vueltas para el final, cuando ha sufrido una espectacular caída con Álex Márquez.
El accidente entre Bagnaia y Álex Márquez ha sido uno de los momentos más dramáticos del Gran Premio. Cuando Bagnaia intentaba recuperar posiciones para asegurarse un lugar al podio, ha colisionado con el hermano pequeño de Marc, provocando una caída que ha dejado a ambos pilotos fuera de la carrera. Todo y la espectacularidad del accidente, afortunadamente ninguno de los dos ha sufrido lesiones graves.
Con Bagnaia fuera de combate, Jorge Martín se ha asegurado el segundo lugar, ampliando su ventaja en la clasificación general del Mundial. Por su parte, Pedro Acosta ha aprovechado la situación para cerrar el podio, una posición que no conseguía desde la carrera de Austin, en los Estados Unidos. Marc Márquez ha cruzado la línea de meta con casi cinco según de diferencia respecto a Jorge Martín, poniendo el colofón a un fin de semana de sueño. Esta victoria no solo marca su retorno a la cumbre, sino que también envía un mensaje claro: el de Cervera sigue siendo uno de los grandes nombres a MotoGP, capaz de superar cualquier obstáculo para volver a ser el mejor.