El Gran Premio de Italia, disputado al histórico circuito de Monza, ha tenido como gran protagonista Charles Leclerc, quien ha conseguido una victoria memorable para Ferrari ante los fervorosos tifosis. En una carrera marcada por el alta degradación de los neumáticos y la incertidumbre estratégica, el piloto monegasco se ha impuesto con una maniobra arriesgada que ha dejado a McLaren sin premio. Esta es su segunda victoria en el circuito italiano, después de haber ganado en 2019.
Desde la salida, la carrera ha estado llena de tensión y emoción. Lando Norris, que partía desde la pole position, ha defendido su posición inicialmente, pero bien pronto se ha visto superado por Oscar Piastri, su compañero de equipo, y por un Leclerc que no ha desaprovechado la oportunidad para situarse al frente. Los McLaren, a pesar de liderar en varios momentos, han pagado cara una estrategia de dos paradas que ha resultado ser un error. Este movimiento ha permitido a Leclerc mantener el liderazgo, aguantando la presión hasta el final.
Mientras Leclerc luchaba para conservar su posición, su compañero de equipo, Carlos Sainz, también se ha visto implicado en una batalla intensa. Sainz ha finalizado cuarto, sin poder resistir los ataques de los McLaren durante las últimas vueltas. Con todo, ha jugado un papel clave en la victoria de Leclerc, conteniendo los rivales en momentos cruciales. Esta cuarta posición, a pesar de ser meritoria, deja un gusto agridulce al piloto madrileño, que habría deseado subir al podio en un día tan especial por el equipo.
«Ha sido una carrera de infarto, pero que bonitos son estos momentos,» ha declarado Leclerc después de cruzar la meta, haciendo referencia a la gran dificultad de conseguir la victoria en un escenario tan competitivo. Por otro lado, Fernando Alonso, piloto de Aston Martin, acabó undécimo, sin poder puntuar a pesar de una estrategia que parecía prometedora durante la primera parte de la carrera.
Este triunfo supone una inyección de energía para Ferrari, que no ganaba en Monza desde el 2019. Con esta victoria, Leclerc se posiciona como uno de los principales candidatos a luchar por el título, y Ferrari se consolida como uno de los equipos a tener en cuenta en esta fase final del campeonato. McLaren, por su parte, tendrá que reflexionar sobre sus decisiones estratégicas si quieren seguir siendo competitivos en las próximas carreras.